I Saw Stars // Rodorah

I Saw Stars

Warning; Ooc - Out of character - fuera de personaje// ghidora y rodan se conocen desde antes //

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La lava salpicaba por la instalación de contención número 56, la cual a esas alturas se caía a pedazos, mientras los gritos aterrados de la gente rugian bajo el volcán finalmente activo. El caos gobernaba a la Isla Mara durante su despertar.

Una enorme garra salió del volcán, seguido de otra garra más y, finalmente, su cabeza: Rodan entonces, observando su alrededor a medida que emergía de la lava, desplegó sus alas brillantes y, con un rugido que aterrorizó aún más a la conmocionada población, anunció su despertar después de su hibernación, su letargo su siesta interrumpida por ¿un llamado?

Si; una especie de llamado, una sensación familiar... Rodan reconocía esa sensación capaz de despertarlo de las entrañas del volcán. ¡Lo conocía! Estaba cerca...

Pero aquellas aves de metal que le atacaban estaban empezando a fastidiarlo. Sus ataques eran como molestos pinchazos sobre su rostro y cuerpo, y el ruido se combinaba con el caos bajo su lecho. Así que, antes de encontrarse con él, el titán decidió que primero se desharía de las molestias que lo hablan despabilado de mala gana, en lugar de dejarlo disfrutar de su presencia cada vez más cercana

Después de todo, a la distancia comenzaba a ver una tormenta relampagueante acercándose a gran velocidad. ¿Quién más podia ser, sino Ghidora?

La primera vez que se habían conocido, los escenarios fueron muy diferentes. Esos grandes rascacielos y edificios de distintas formas y colores, el asfalto, las creaciones humanas de metal y otros materiales no-naturales y, sobre todo, la inmensidad de gente era inferior. El gris de la civilización no había reemplazado aún la mayor parte del verde, azul y café de la tierra, los árboles, las praderas, bosques, montañas, ríos y, a grandes rasgos: la naturaleza misma, que en tiempos de antaño era más salvaje y cruda, menos controlada, y mucho menos regulada por normas sociales impuestas por seres pensantes que se creyeron con el poder de hacer y deshacer a su antojo.

La Tierra era muy diferente hace miles de años, pero comenzaba con los primeros pasos de la humanidad para adaptar el entorno a sus necesidades.

Para entonces, Rodan había sobrevivido a la extinción de su raza y de muchas otras criaturas semejantes a él que habían luchado por la supremacia. Cada tanto hibernaba sobre volcanes que alimentaban su fuerza y energía vital, pues sabía que al ser el único de su especie en un mundo donde los cambios no se detenían para esperar al eslabón más débil, él dependía de si mismo nada más.

Pero un dia las cosas cambiaron para él: conoció en carne propia lo que era la sumisión, lo que era ser derrotado, dominado, pero no humillado.

Un dia, Rodan conoció a Ghidora, y desde entonces nada volvió a ser lo mismo.

Deshacerse de sus insignificantes atacantes fue relativamente sencillo y, de hecho, le sirvió de calentamiento. En el proceso se devoró a un par de gritonas criaturas -humanos, pequeños y molestos y descuartizó sus armas con sus garras traseras, con sus alas, con su hocico. Fue casi divertido.

Entonces la tormenta cubrió al único sobreviviente que logró ser apenas un poco más rápido que él, aparentemente salvándolo de su fatídico destino en manos de aquel titán alado cuyas extremidades brillaban con residuos de lava.

Relámpagos destellaban eufóricamente, truenos rugian estridentes, y en medio del electrificante y aterrador espectáculo... su imponente y hermosa figura surgió cuan sombra sobre las densas nubes negruzcas.

De tres cabezas de largos cuellos conectados a unas colosales alas y un par de colas con pinchos retráctiles, el gigantesco dragón monstruoso conformado por una entidad de tres pensamientos: Ghidora, soltó el rugido más hermoso que Rodan pudo haber escuchado desde aquel lamentable día en que lo había perdido por culpa de aquel que, sin él saberlo en ese momento, perseguía a Ghidora para acabar con él como la última vez.