Ｓｉｎ ｌａｚｏｓ ／ ＨａｎＫｎｏｗ OS

ꜱɪɴ ʟᴀᴢᴏꜱ

Un corto resumen del cómo fue que su madre nuevamente decidió iniciar una vida amorosa con alguien nuevo. No más ni nada menos que Han Jisung, cuando lo conoció él siempre fue amable, le traía cosas y bueno, tal y como un padre con su hijo.

Sin embargo; Minho no sintió algo de empatía.

Claro que su madre siempre tenía que hablar con él para que por lo menos entendiera que ahora era su padre, lo cual lo negaba y negaba, ya no estaba chiquito como para que le dijera que hacer, hacía lo que podía pero sin muchas ganas terminaba por rechazarlo.

- ¿Por qué no lo comprendes, Lee Minho? ¿No te gusta que sea feliz? — La mayor había interrumpido en su habitación, recién en la mañana, asustando de inmediato a su hijo.

- ¿Qué? ¿De que hablas?

- No te hagas el angelito, sabes muy bien lo que hiciste, ¿o quieres que llame a tu padre?

- No es mi padre, mucho menos sé que hice, así que por favor sal de mi habitación, no quiero hablar más contigo.

Dando sinceridad, no le gustaba que hablara siempre del mismo tema, si sabía que era su "padre" pero no lo verá nunca así... de echo, cuando recién se juntaron, Minho sintió un poco de celos, es que, ¿quien no? Han era un señor de empresas, muy bien portado y aplicado, ganaba media millonada y aparte, era tan guapo.

- ¿Otra vez regañado? — Minho miraba a la nada en ese momento, hasta que una figura más grande se paró en su puerta, dando pasos hasta entrar a su habitación.

- Déjame de molestar, vete de aquí. — Su mirada fija en su rostro, sin imaginar que si la bajaba topaba con su torso desnudo.

- Solo pregunte, no te pongas rabioso, niño sin modales.

No quería mirar nada más que sea su rostro, pero las ganas de irlo y pegarle (aunque sea la pareja de su mamá) no hacían falta. Se levantó y enseguida fue hasta él, señalándolo en tono de ofensa.

- Te lo he dicho, Han Jisung. Desde que viniste a vivir aquí, te lo recalqué muchas, cientas de veces que no me mires, no me hables, no me compres nada, no hagas nada, quiero que estés lejos de mí, de mi presencia y de mi tranquilidad, ¿has captado? — Apretaba sus labios frunciendo el ceño, todo por ese hombre.

- ¿Por qué captaría? ¿O si quiera te has visto? — Con esto daba a entender lo que pensaba Minho, no era por nada pero tenía días que trataba de acercarse al menor, sin que este te percatara algunos días se quedaba en casa, siendo que escuchaba sonidos provenientes del mismo cuarto donde estaban, escuchando a un lindo Minho gimiendo su nombre en voz baja.

Pero bueno.

No quería quitar su mirada de sus labios, de poco a poco se acercaba siendo retenido por Lee quien no quería pero a su vez sí, hasta que un grito se escucho.

- ¡Bajen a comer, el desayuno está listo!

- Hasta la noche, Minho.