Acto 40 - Final

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Jihoon terminó de arreglar varios papeles en la empresa, habían pasado casi dos años desde su éxito en recuperar todo, estaba a punto de dejar ese lugar y cederlo a su hija, eso era una buena noticia, pero extrañaría su lugar.

La puerta fue abierta con brusquedad, volteo asustado y sintió como lo envolvían en un abrazo. Reconoció ese cabello rubio y esa vocecita que reía con ligereza. Correspondió el abrazo y sintió alegría llenarlo por completo, alejando todo lo que sintió poco antes.

—¡Nos invitaron a Estados Unidos! —decía el joven—, señor Park, iré a los Estados Unidos.

—¿En serio? —se sorprendió, a pesar de confiar ciegamente en que su hijo lo lograría, saber que lo consiguió en el último semestre de la Universidad, le hizo emocionarse.

—Si, el profesor Kim nos aviso esta mañana, tenía que venir a decirle.

—Felicidades —rió—, estoy orgulloso de tu trabajo, bien hecho —acarició el sedoso cabello del menor.

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Félix estaba listo para irse a su viaje, hablaba por teléfono mientras terminaba de ver que todo estuviera listo, a pesar de que su autobús salía a las 2 de la tarde, estaba listo y emocionado desde la 9, ese día era el doble de importante.

Ese día viajaría por su sueño en Estados Unidos.

Y Hyunjin se iba a reencontrar con su padre.

—¿Llevas tu pasaporte? —preguntaba su tía.

—Si, también llevo mi ropa —empezo a analizar su maleta—, suéter, crema, cepillo, pasta de dientes, ¿qué más falta?

—La foto de tu madre.

—Cierto.

Corrió hasta su escritorio donde tomó un collar, hacia unos meses que le habían regalado ese con la foto de su madre. Fue su padre quien le hizo el regalo.

Últimamente la familia se iba ¿arreglando? Algo así. Con su padre hablaba más seguido, lo veía más seguido, se había empezado a preocupar más por él. Con Jieun empezaba a tener una relación de hermanos, pero de los hermanos que peleaban y luego se arreglaban, incluso se hacían bromas. Y Yongbok solía ir a jugar con él, a Félix se le facilitaba aún más actuar y jugar con su hermanito, había días donde era un dragón, un príncipe o un ogro y claro, su aprendiz, Changbin, a veces pasaba la tarde a jugar con ambos y aprender de actuación. Sobre su madrastra, ella no mejoraba en la relación con ambos, todo seguís igual, pero al menos ya no le importaba en las horas de comida, aunque no estuviera su padre, no tenía más el miedo de comer, comía con tranquilidad, a veces ayudaba a Yongbok, a veces platicaba con Jieun o incluso Changbin los acompañaba. Todo iba mejorando.

Y ni hablar de Hyunjin, podría decirse que estaba libre de su condición, pero no era así. Había nacido con él y viviría con él, pero su control sobre esta era buena, ya no tenía muchos problemas en leer una situación o presentir como se sentía alguien, poco a poco, gracias a la ayuda de su padre, su hermana y todos los que conocía, como Chan, Jeongin, Sunhee, Seungmin, Félix, incluso Changbin llegó a participar en su ayuda. Todo parecía ir mejor de lo que esperaban, de lo que incluso soñaron, y les encantaba el resultado.

—Listo, aquí está —dijo sin despegar la vista de la foto de su madre, siempre tan hermosa y sonriente, esa foto fue la primera que su padre había tomado de ella, pues él, siempre tuvo interés en la fotografía. 

—Te deseo mucha suerte, hijo mío —dijo su tía—, cuídate mucho, me mandas fotos de la ciudad, nunca he podido ir a otro lugar que no sea Australia.

Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora