Haría cualquier cosa por ti [Hermione Granger y tú]

Capitulo 42

Narrador:

La noche envolvía el castillo de Hogwarts con un manto oscuro y amenazante. La luna se ocultaba detrás de las nubes, dejando solo destellos de luz que se filtraban entre las sombras. En el aire se podía sentir una energía densa y tenebrosa, como si el mal mismo se hubiera apoderado del lugar.

Voldemort y Grindelwald se encontraban en la cima de una colina observando el castillo desde la distancia. Sus seguidores vestidos con túnicas oscuras y máscaras siniestras, se alineaban detrás de ellos, preparados para la batalla que se avecinaba. El viento soplaba frío y susurraba palabras inquietantes, como si estuviera anunciando la llegada de la oscuridad.

El castillo de Hogwarts una vez un lugar de aprendizaje y amistad, ahora se cernía como una fortaleza amenazante. Las luces en las ventanas parpadeaban débilmente, como si temieran lo que estaba por venir. Los árboles del Bosque Prohibido se mecían inquietos, como si fueran testigos silenciosos de la tragedia que se avecinaba.

Voldemort levantó su varita, un gesto que fue seguido por sus seguidores. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de cada uno de ellos, mientras el poder oscuro emanaba de sus cuerpos. Sus ojos, llenos de malicia y sed de sangre, brillaban con una intensidad demoníaca.

Grindelwald con su mirada penetrante y su cabello plateado ondeando al viento, emitió un susurro inquietante. Su voz, llena de un tono siniestro y amenazante, resonó en el aire y se mezcló con el viento.

Grindelwald: Hogwarts el bastión de la luz y la esperanza. Pero esta noche esa luz se extinguirá y la esperanza se convertirá en pesadilla. Los defensores de la luz conocerán el verdadero significado del miedo

Voldemort asintió con satisfacción su sonrisa siniestra iluminando su rostro pálido y demacrado.

Voldemort: Esta noche Hogwarts será testigo de nuestra grandeza y poder. Sus paredes temblarán ante nuestro dominio y su historia se teñirá de sangre. Los defensores de la luz se arrodillarán ante nosotros o serán destruidos

Un escalofrío recorrió el cuerpo de cada uno de los seguidores de Voldemort y Grindelwald. La oscuridad en sus corazones se intensificó, alimentada por las palabras de sus líderes. Sabían que no había vuelta atrás, que estaban a punto de desatar el caos y la destrucción sobre Hogwarts.

Mientras tanto en el interior del castillo, los defensores de la luz se preparaban para el enfrentamiento. Los estudiantes, profesores y aurores se reunían en el Gran Salón, armados con varitas y corazones llenos de valentía. Aunque el miedo se aferraba a sus almas, se negaban a rendirse ante la oscuridad.

Los pasillos del castillo estaban en silencio, solo interrumpidos por el eco de los pasos apresurados y los susurros de los estudiantes. Las antorchas parpadeaban débilmente, creando sombras inquietantes que parecían cobrar vida propia. Cada rincón del castillo estaba envuelto en un aura de misterio y peligro.

En la Sala Común de Gryffindor, los estudiantes se reunían en grupos compartiendo palabras de aliento y apoyándose mutuamente. Pero incluso en medio de su valentía, el miedo se reflejaba en sus ojos y en el temblor de sus manos.

En las mazmorras, los Slytherins se preparaban para la batalla sus rostros llenos de determinación y lealtad. Aunque su reputación estaba manchada por su conexión con Voldemort, estaban dispuestos a demostrar que no todos los Slytherins eran seguidores del mal.

En el Gran Salón, los profesores lideraban la estrategia de defensa, compartiendo instrucciones y palabras de aliento. El director de Hogwarts.

Pero a medida que Voldemort y Grindelwald se acercaban al castillo, la oscuridad se intensificaba. Las sombras parecían cobrar vida, susurrando palabras inquietantes a los oídos de los defensores de la luz. La temperatura del aire descendía, creando un ambiente gélido y opresivo.