Que se haga tarde

Epílogo

Y ahí estaba yo, una niña tan ilusa como todas, esperando a que él cambie o mejor dicho, a que me cambie.

Ahí estábamos los dos, llorando, yo lloraba porque el me insultó y el lloraba por, no sé que, hasta ahorita me lo pregunto.

Lo único que quería es que me ame, que me haga sentir amada, lo único que le pedí fue una carta o algún detalle, era algo tan simple, pero no, para el no, todo era mi culpa, por solo pedirle que me amara, nada más, mientras que el me pedía que cambiará hasta la forma de como caminaba, y yo me dejé, dejé que me moldeara a su forma, como el quería...

Me tocaba y yo le decía que no, que no me gustaba y el seguía. Sabiendo él todas las inseguridades que tenía, que él mismo me las creó.

¿Cuánto estoy dispuesta a esperar?¿Cuánto estás dispuesta a aceptar?

Pues, no sé, lo único que quiero es que vuelva a ser todo como antes, a que ÉL vuelva a ser como era antes y poder oler su perfume con tanta paz y no como ahora que lo huelo y sé que es de una persona que me hizo, me hace y me hará tanto daño...