Crowley solo había ido de vacaciones, unas familiares, con el entrometido de su cuñado. ¿Cuándo iba él a imaginar que se encontraría con la peor de sus entrecruzadas? Nunca creyó que ser un elfo lo llevaría a tales extremos.
Tendrá que ocultar su na...
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«Corre»
El brazo izquierdo duele. La pierna derecha cojea. Correr no es preciso. Zigzaguear no está en sus planes.
«Corre»
De todo lo que pudo pasar, tenía que pasar lo peor. El peor pronóstico. La única opción que se negó a creer.
«Corre»
Las ramas que estaba quebrando a su paso, solo eran más que alarmas para su cazador.
«Corre»
Aquellos zarpazos lo están alcanzando cada vez más rápido. Más cerca.
«CORRE»
Gira a la izquierda. Gira a la derecha. Otra vez. Sigue recto. Atraviesa el árbol por entremedio. Ocúltate en el río. Sigue costa abajo.
No hay tiempo para dudas. No hay tiempo para errores.
Las fauces se cierran a centímetros de su espalda atrapando la tela de la chaqueta. La inercia juega a su favor como dados del destino y el pedazo atrapado se desprende.
Cae rodando y se golpea con la base del tronco más cercano. Un quejido sale de su boca, la zona queda punzando pero no hay sangre.
Tiene que levantarse, el ruido del río le recuerda su misión para sobrevivir. Las garras hacen amagos por alcanzarlo.
«Corre»
Se zambulle en el río, se deshace de la chaqueta en su recorrido. Las enormes pisadas lo siguen a la par por la izquierda. Los bufidos pesados son su alarma constante.
«¡Alto!»
Sus pies resbalan en las piedras del río. Cae de espaldas. La enorme bestia pasa por sobre él. De no caer, habría sido esa su muerte.
Escucha el peso caer y resbalar por su derecha.
«Corre»
Inhalar quema. Exhalar quema. Su garganta quema. La caja torácica deja de hincharse correctamente. Sus piernas fallan. Cae de bruces al río.
«Tarde»
El tiempo se acabó. El primer bufido llega en su nuca. Las primeras garras caen a su derecha. Otras a su izquierda. El gruñido provoca escalofríos en su entumido cuerpo.
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«Mio»
Sus orejas se movían en todas direcciones. El eco de las ramas quebrándose como si fuera una excelente ecolocalización.
«Mio»
Encontró su rastro. Su esencia. El miedo. La sobrevivencia. La piel sudada. Lo deseaba.
«Mio»
Su hocico babeaba con cada nueva exhalación. Moverse en ese estado no era fácil. Pero su presa lo motivaba a alcanzarlo. No tardó en acoplarse al ritmo.
«Mio»
Aspiro de nuevo. El embriagador aroma de un elfo hadiano. Sobre todo de este único especial muchacho.
Olía a fresas, con un buen rastro de un gran whisky con notas de café amargo. Cómo si fuera un postre demasiado prometedor. Algo delicioso que solo debía pertenecer le a él. A nadie más.
Ajustó su paso de nuevo. No parecía ser que su presa fuera del tipo deportivo. Y aun así lo hacía jadear con facilidad.
«MIO»
Sus fauces se cerraron a centímetros de él. Alcanzó a tomar el pedazo de tela. El aroma se intensificó entonces, sus sentidos chocaron. En lugar de jalarlo a él, solo mordió más fuerte la tela, rasgándola de esa forma.
Su presa escapó. Gruñó insatisfecho. Rasgo la corteza de un árbol. Él no iba a caber por el hueco que había. Pero no perdía nada intentándolo.
«Luna»
Sus intentos se detuvieron, las nubes se disiparon un momento. Se concentró en la gran roca amarilla flotante. Las nubes volvieron a su lugar.
«Compañero»
El sonido del río lo regresó a su cacería. Los chapoteos lo guiaron a su objetivo. No tardó en igualarlo.
«Mio»
Salto. Fue tarde cuando entendió que su presa lo había esquivado con anticipación. Cayó del otro lado, derrapó. Uso sus garras para impulsarse.
«MIO»
No tuvo que impulsarse para alcanzar su carrera. Solamente avanzo unos metros. Ya se estaba levantando. El agua del río ya había lavado su esencia. Pero eso no le impedía reconocerlo.
—Mío... Solo mío... Mi compañero...
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Hola de nuevo.
¿Cómo estás? ¿Qué tal todo?
Bienvenido/a/e a esta nueva historia de fantasía, romance (oscuro no totalmente implícito, o quizá sí), quizá comedia aunque mi humor este muerto, drama, tristeza.
Espero sea de tu agrado esta historia. No olvides comentar, votar y dejarme tus opiniones si así lo deseas.
Los estaré leyendo y contestando en cuanto se me de el tiempo suficiente para hacerlo.
