- Capitulo 37 (II)-

13 0 0
                                    


12:30 PM

Ruth

—No hay mucho que decir realmente, lo conocí en el metro...— Sonríe mirándome fijo a los ojos e instintivamente me quito las lagañas invisibles que creo sentir. Es realmente hermosa, la belleza debe ser de familia o algún pacto con el diablo, es alta, morena aunque no tanto como Ray, los rizos con luces rubias le cuelgan por debajo de los hombros y tiene una sonrisa hermosa, maldito cuerpo precioso que carga tambien..—¿Tengo algo?— Pregunto sintiendome intimidada por la mirada.

—Unos ojos hermosos, ¿que hacía él en el metro?— Responde.

—Depende a quien le preguntes,— no puedo evitar reir mientras respondo.— Si te cuenta Jeff, se pinta como cupido y dice que lo llevó a encontrar el amor, Ray dice que estaba intentando llegara su oficina. ¿Eres mayor o menor que Ray? —

—Tan bella, soy mayor; nació cuando yo tenía seis años.—

¿De donde diablos saca esta familia el colágeno? Juraría que no pasa de 20 y tantos, 30 como mucho. Deja de mirarme por varios segundos y no se que hacemos en esta zona, no es una zona residencial, no es un área turística, estamos en la terraza de un edificio, puedo ver el mirador desde acá, puedo ver casi toda la ciudad desde acá, estamos en la zona industrial de Herrera, hay más fábricas y edificios abandonados que residentes.

—¿Te gustan los fuegos artificiales, dear?—

¿Fuegos artificiales? Es pleno dia...

—Si.— Respondo aunque no entiedo el por que de su pregunta.

—Estas de suerte,— dice sonriendo.— Tony, enciendelos.—

Siento el corazon frio cuando tres edificios explotan uno tras otro, el estruendo es horrible, el humo negro cubre por completo la vista y la veo llevarse el telefono a la oreja. Todos están demasiado calmados, Antonio no parece ni presente, está demasiado enfocado dando instrucciones a los Zanganos y a nadie parece preocuparse por nada.

—Habia gente ahi, hay que llamar a emergencias, hay que llamar a alguien.— Busco mi teléfono por instinto en los bolsillos pero no lo tengo conmigo, siento como me arropa el pánico y el humo, no puedo respirar, escucho el escándalo que empieza a armarse en la ciudad y no puedo respirar, me estoy ahogando, me estoy ahogando, no importa cuanto lo intente, no me pasa el aire, no me salen las palabras, no puedo moverme.

Siento el mareo que me lanza al suelo y todo es oscuridad.


******

—¿EN QUÉ MIERDA ESTABAS PENSANDO?, ¿CÓMO MIERDA LA LLEVAS A VER ESO? TE JURO POR MI VIDA QUE SI LE PASA ALGO TE...—

—¿Me que?, ¿Que vas a hacer? ¿Vas a matar a tu hermana? No seas ridiculo, no le paso nada, solo un ataque de nervios y deja de gritar que la vas a despertar.—

-Ha estado dormida por horas, por horas, te vas de mi casa, te largas de mi casa y a mi mujer no te le vuelves a acercar en la maldita vida.—

—No me voy a ningún lado, si no puede aguantar esto no es mujer para ti o ¿qué piensas hacer cuando vuelvas a tu lugar? Cuando dejes de jugar al empresario y vuelvas al maldito lugar que te corresponde. Estoy harta de vivir viajando, estoy harta de apagar incendios en NY, me quiero enfocar en mi sector, en mi gente, en lo mío y tú tienes que volver a lo tuyo, ¿entonces qué? ¿La vas a tener oculta? ¿A vivir una doble vida por ella? Mira como termino eso para Antonio, conmigo te calmas y te callas, no te conoce, no puede amarte si no te conoce Ray, deja de engañarte y jugar al imbécil.—

Eros -BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora