En un mes, Bianca hizo dos descubrimientos.
Los tres años olvidados estaban construidos por un tercio maravilloso. Lo había visto hilarse poco a poco, mostrándole lo especial que había sido. Las fotos y vídeos que Camille había guardado todo ese tiempo y que le devolvió un día la hicieron reafirmarlo.
Había conocido la felicidad en distintas formas. En las escapadas de fin de semana que hacía con Ian y su nuevo grupo de amigos. En los bailes de madrugada por las calles de la ciudad junto a Jules. En los momentos en los que jugaban con la paciencia de Dean y lo hacían rodar los ojos para que después fuera incapaz de ocultar la sonrisa.
Aquellos meses le habían dado una familia y la había perdido igual que la última que creyó haber estado formando.
Lo segundo que descubrió fue la facilidad para mantener rutinas mientras no hubiera espacios para cuestionar las decisiones que tomaba en automático. Jamás se había levantado apenas el despertador sonara. Liderar el equipo de la cafetería no había sido tan fácil como ahora. Dormir no había sido tan placentero como hacerlo agotada y sin pastillas. Y el perdón se había encaminado hacia Ian con rapidez.
Casi podía decir que la vida le sonreía, de no haber sido porque ella y Alban ya no lo hacían.
Cómo iba a hacerlo después de descubrir que Jules era aquello que todo el tiempo había sentido que le faltaba y ahora tenía que conformarse con vivir sin él de nuevo. Si se moría por salir del infierno y dejar solo su orgullo dentro. Si cada mañana se despertaba con más ansias de olvidar lo que algún día había querido recordar.
En su vida no había tenido que preocuparse por perdonar, pero comenzaba a preguntarse si el hecho de hacerlo se consideraba un acto de amor o traición a sí misma. Se cuestionaba por qué resultaba tan difícil encontrar la respuesta cuando quería darle aquellas palabras a quien no compartía su apellido y sin embargo, aunque la había herido, había hecho por ella más que la propia sangre que había dejado atrás.
Solo quería dejar de sentir y pensar, porque tener el corazón roto era como vivir bajo la amenaza constante de ser asfixiada, esperando por más aire o la falta de este y que no pasara nada más que sangre entre las grietas.
¿Creen que las cosas puedan mejorar en los siguientes capítulos o perdimos toda esperanza?
Les adoro 💜
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Purplish
عاطفيةEl primer pensamiento que ocupó la mente de Bianca cuando despertó fue que moriría. Una certeza que iba más allá del conocimiento de que todo lo que nacía, algún día debía marchitarse. Los objetivos con los que escapó de su caótico hogar junto a su...