𝓮𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓲𝓮𝓷𝔃𝓸 𝓭𝓮 𝓾𝓷𝓪 𝓪𝓿𝓮𝓷𝓽𝓾𝓻𝓪

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Oscuridad

Solo veo eso

Nada más

Solo oscuridad

Todo oscuro

...

Hay mira una lucesita

-Sentí como mi alma salía de mi cuerpo, sentí que ya no podía controlar nada. Empecé a recordar toda mi vida, eran como imágenes que venían una atrás de la otra.
Y de repente escuché una voz-

Por favor encuentrala

Pero... Encontrar que?

Encuentra a mi hija por favor

¿Pero quien eres tu?

Yo sé que tú puedes encontrarla
Neteyam

¿Cómo sabes mi nombre?

-Y entonces escuché como esa  voz llamaba a mi nombre cada vez más y más fuerte-

Neteyam

¡Neteyam!

¡NETEYAM!

-Y de repente desperté y ví a mi madre gritando, mi padre preocupado. Mis hermanas y hermano llorando y me pareció ver a tsireya también, no se, no la vi muy bien-

-¿Sabes lo que significa neteyam? _Me pregunto la Tsahik de los mekayna_

-La verdad no-

-Hijo _Voltee a ver a mi madre_ Esto significa que Eywa te dió otra oportunidad, a cambio de que encuentres a su hija-

-Pero yo no sé cómo es su hija, o siquiera dónde está, o como encontrla-

-Tranquilo mi niño, se que la encontrarás. Confío en ti-

-Gracias madre _Dije con una pequeña sonria_

-Vamos a casa hijo. Te espera tu padre_Dice mí madre para salir de la casa de la Tsahik_

Detrás de mí madre salí yo, caminando a casa...Todavía recuerdo el día en que  me dispararon. Vi a mí familia llorar, me dolía todo el cuerpo, estaba aturdido, con miedo. Pero al parecer...Eywa me dio otra oportunidad.
Al salir de la casa de la Tsahik, mi madre me guió hacia nuestra hogar en el marui, flotante sobre el agua en el corazón del arrecife del clan Metkayina. Estaba aún tratando de procesar todo lo que había escuchado. La voz en la oscuridad, la hija de Eywa, la segunda oportunidad que me había dado

- Madre, ¿cómo sé que puedo encontrar a la hija de Eywa? -pregunté, mi voz está llena de dudas.

Mi madre se detuvo y se volvió hacia mí, su mirada llena de confianza.

- Neteyam, Eywa te eligió por una razón. Tienes una conexión especial con ella. Confía en ti mismo y en su guía.

Llegamos a nuestro hogar, y mi padre salió a nuestro encuentro, su rostro lleno de preocupación.

- ¿Cómo estás, hijo? -preguntó, su voz llena de ternura.

- Estoy bien, padre -respondí, tratando de sonreír.

Mi padre me abrazó fuerte, y mi madre se unió a nosotros, rodeándonos con sus brazos.

- Estamos contigo, Neteyam. Siempre -dijo mi madre.

En ese momento, sentí una sensación de paz y determinación. Sabía que tenía un largo camino por delante, pero estaba listo para enfrentarlo.

Mi hermano Lo'ak se acercó, su rostro lleno de curiosidad.

- Neteyam, ¿qué pasó en la casa de la Tsahik? -preguntó.

- Nada, Lo'ak -respondí, tratando de sonreír-. Solo una charla con la Tsahik.

Pero Lo'ak no parecía convencido. Su mirada me hacía sentir que sabía que estaba ocultando algo.

- Neteyam, sabes que puedes confiar en mí -dijo.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. ¿Debía confiar en mi hermano?

Tuk irrumpió en la habitación.

- ¡Neteyam! ¡Lo'ak! -exclamó, saltando de emoción-. ¡Kiri dice que quiere hablar con Neteyam!

Mi corazón se aceleró. ¿Qué quería Kiri?

- Está bien, Tuk -dije, sonriendo-. Iré a hablar con ella.

Me levanté y seguí a Tuk hacia el exterior del hogar, donde Kiri estaba sentada en una roca, mirando hacia el océano.

- Kiri, ¿qué pasa? -pregunté.

Kiri se volvió hacia mí, su mirada intensa.

- Neteyam, sé que algo está sucediendo -dijo-. Algo importante. ¿Qué es?

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. ¿Cómo sabía Kiri?

Kiri se volvió hacia mí, su mirada intensa.

- Neteyam, sé que algo está sucediendo -dijo-. Algo importante. ¿Qué es?

- No sé qué quieres decir, Kiri -respondí, tratando de sonreír.

Pero Kiri no se dejó engañar.

- Neteyam, soy tu hermana -dijo-. Sé que puedes confiar en mí.

Me sentí un nudo en la garganta. ¿Debía confiar en Kiri?

- Está bien, Kiri -dije finalmente-. La Tsahik me dijo que debo encontrar a la hija de Eywa.

Kiri se sorprendió.

- ¿La hija de Eywa? -repitió-. ¿Qué tiene que ver con nosotros?

- No lo sé -admití-. Pero la Tsahik dijo que es importante.

Kiri se levantó y se acercó a mí.

- Neteyam, te ayudaré a encontrarla -dijo-. Juntos podemos hacerlo.

Me sentí un sentido de alivio y gratitud hacia Kiri.

- Gracias, Kiri -dije-. Significa mucho para mí.

En ese momento, Lo'ak se acercó.

- ¿Qué pasa aquí? -preguntó, mirando a Kiri y a mí.

- Nada, Lo'ak -respondí-. Solo una charla con Kiri.

Pero Lo'ak no parecía convencido.

- Neteyam, sabes que puedes confiar en mí -dijo-. ¿Qué está pasando?

Lo'ak me miró con curiosidad, pero no insistió. En ese momento, mi padre salió de la hogar.

- Neteyam, es hora de prepararte -dijo-. La Tsahik te espera al amanecer.

Me sentí un nudo en la garganta. Era hora de partir.

- Estoy listo, padre -dije.

Mi familia se reunió alrededor de mí, abrazándome y deseándome suerte.

- Confía en Eywa y en ti mismo -dijo mi madre.

- Y en nosotros -agregó Kiri, sonriendo.

Sentí un sentido de paz y determinación. Sabía que tenía un largo camino por delante, pero estaba listo para enfrentarlo.

Con un último abrazo, me despedí de mi familia y me dirigí hacia la orilla del mar. La luna estaba alta en el cielo, iluminando el camino hacia el destino que me esperaba.

El viento marino soplaba suave. Sentía libertad y nerviosismo, sabiendo que una aventura estaba por venir.

Estaba listo para encontrar a la hija de Eywa.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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𝓮𝓵  𝓮𝓬𝓵𝓲𝓹𝓼𝓮  𝓭𝓮  𝓅𝓪𝓃𝓭𝓸𝓻𝓪 ►ℕ𝕖𝕥𝕖𝕪𝕒𝕞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora