Verano del año ciento ochenta, aun existe la incertidumbre de lo que paso hace dos noches. Solo se sabe que ese gran objeto de color negro rojizo con puntas que expedían un gas de color rojo que se extendía por todo el pueblo de Sank, apareció a las once y media de la noche, crujiendo el suelo como si toda la tierra fuera a partirse en dos, el ruido fue tal que hasta en diferentes estados escucharon tal sonido que no dudaron en mandar fuerzas especiales al lugar para saber que sucedía.
-Pero... ¿Que diablos es eso?. Exclame mientras veía es objeto salir de la tierra. El olor era impresionante, tan penetrante que se sentía como quemaba al ingresar a los pulmones.
La gente salía de sus casas, otros desde sus ventanas o terrazas veían el espectáculo que esa cosa nos brindaba, la noche tranquila que estábamos teniendo se transformo en pánico e incertidumbre de no saber que era y de donde venia.
Pasaron los días, se suponía que todo estaba bien, todo era normal en el pueblo, hasta que el día de hoy la gente se a empezado a comportar de forma extraña, se atacan entre si, algunos hasta han empezado a practicar el canibalismo. Salir a las calles ya no esta siendo una buena opción pero no han cancelado las clases y nos toca ir esquivando a todos esas personas, tratando que no te agarren porque no la vas a contar si eso pasa.
Después de pasar por encima de cuerpos y esquivar a esos locos llegue a la universidad, único lugar donde puedo escapar de la soledad de mi casa, si a ese chiquero se le puede llamar así.
Las clases pasan con normalidad, profesores tratando de ensañarnos y nosotros tratando de pensar en cosas que ni al caso.
-Todos los alumnos presentarse en el coliseo de inmediato. Se escucho la voz del director por las bocinas del campus.
Empezamos a salir hacia el lugar, fue nuestra sorpresa ver a las fuerzas armadas subiendo a los estudiantes en camiones sin explicación alguna. Nombraban a cada uno y le decían a que carro subirse, así fui viendo como compañeros míos se iban sin saber a donde, escuche mi nombre a lo lejos.
-Frank, dirigirse al camión treinta. Sentí el empujón de uno de los militares, pues no reaccione cuando me llamaron. Subí al camión, a mi lado estaba una chica pelirroja secuestrada por el llanto, se me hizo fastidiosa, su llanto no iba a arreglar nada.
Salimos del lugar y pude divisar que todo el pueblo esta cercado, los militares iban con mascaras de gas, como si llevaran la peste en el camión. Como a las dos horas llegamos a un campo abierto donde habían carpas, lo mismo que en los camiones, nombre y numero de carpa donde nos íbamos a quedar.
Ya una vez instalado en mi acogedora carpa quise salir y reconocer un poco del lugar, había mucha desesperación en el lugar, personas tratando de contactar con sus familias o amigos, pero era inútil no había señal en ese lugar. Llegue hasta el final del campamento, solo me encontré con un peñasco que otorgaba una hermosa vista desde donde se podía ver el pueblo de Sank, estando allí el lugar se veía relativa mente bien, pero desde acá arriba se ve todo rojo por culpa de ese humo.
Ya paso un mes, las cosas siguen igual o hasta peor, nadie nos informa nada y las personas que insisten en saber simplemente desaparecen o son golpeadas brutalmente, la comida a penas alcanza o hay días donde simplemente no hay que comer. Llego otro camión con mas gente, entre ellos un chica algo extraña que desde el momento que me vio no a parado de seguirme.
Otra noche mas cae, e salido a caminar escabulléndome de los guardias y de su toque de queda, llego con dificultada al peñasco, cada vez se hace mas complicado burlar a estos guardias. Esta noche es especial, desde donde estoy puedo ver el gran espectáculo, aquel objeto extraño esta brillando y emitiendo sonidos de cristales rompiéndose, mientras admiraba el objeto se acerco a mi la aquella chica extraña.
- Bonita la noche no crees. Se acercaba cada vez. Acaso no sientes que te esta llamando, que te trata de llevar hacia el, hablaba con un tono pasivo y muy relajante. Me llamo Ester y esta noche es tu gran noche, debemos ir hacia ese tótem. Mientras hablaba fuimos interrumpidos por los militares, sin dudar Ester agarro mi mano y salto hacia el final del peñasco, mientras caíamos me percate que los militares empezaron a abrir fuego. Caímos sobre cuerpos, me percate que eran los que habían desaparecido, ya habían militares abajo, armados hasta los dientes y con perros los cuales soltaron, empezamos a correr hacia el tótem, toda agitada Ester me comentaba. Eres el final de una era y el principio de otra, seré tu guía en este camino pero antes debemos llegar vivos a ese tótem, porque aunque seas un ser hibrido e inmortal hasta una roca te puede matar si no aceptas esta noche tu destino. Una bala atravesó mi brazo, podía sentir la sangre correr, un golpe me derribo, nos habían alcanzado, escuchaba todo a distancia y mi vista se volvió borrosa, apenas podía divisar algunos cuerpos en movimiento.
Me desperté abruptamente dentro de una casa, Ester estaba a mi lado desmayada, no sabia como llegue allí y tampoco cuanto tiempo había pasado. Una luz roja me saco de mi trance, acercándome a la venta con cautela podía oír gemidos desgarradores como el de las películas de cambies, lentamente hice a un lado la cortina y estaba allí, ese tótem estaba frente a mi, sentía que mi sangre ardía, cada palpitar era una como una llamarada dentro de mi, mire hacia atrás y Ester aun seguía desmayada, la tome en mis brazos y de forma intuitiva toque el tótem, el cual me succiono hacia sus adentros.
Al abrir los ojos divise que me encontraba en un lugar extraño, era todo cálido, parecía un mercado pero lo que se vendía allí era extraño, venta de pociones, brebajes, talismanes, animales extraños era de lo que mas se podía ver en el lugar, la gente no era gente, eran seres míticos que nunca pensé que existieran, ogros, nomos, duendes me rodeaban. Mientras me encontraba petrificado por lo que veía Ester se despertó.
-Así que lo lograste Frank, bienvenido a Colt, un lugar mágico pero violento si no caminas con cuidado. Sera mejor irnos rápido han empezado a sospechar de ti. Agarrándome de la mano me arrastro fuera del mercado, pasando por un montón de miradas penetrantes que no dejan de vernos o mejor dicho de verme, llegamos a una casa enorme y en mal estado por lo que se podía ver desde fuera, la madera agrietada y descolorida, entramos por la puerta de servicio de aquella casa, por dentro era hermosa, pilares de oro, pisos de mármol y pinturas embellecían las paredes. -Bienvenido a mi humilde hogar. Dijo Ester sonriendo, ahora iremos a ver a un viejo amigo el te ayudara en tu transición.
Bajamos a un cuarto oscuro donde un ser nos esperaba, me senté en la mesa que estaba en el centro, sin quitar la vista del libro que leía aquel personaje misterioso comento.
-A que vienes esta vez Ester, otra vez estas en problemas y quieres que le borre la memoria a este hombrecillo, lo dijo con tono burlón.
-Que no se te ocurra hacerlo, al fin lo encontramos, decía de forma eufórica. Levanto la mirada y pude divisar que era un elfo, sus ojos se abrieron como platos y con una gran sonrisa se presento.
-Un gusto jovencito mi nombre es Montie, y tu eres el elegido por lo que veo, al fin has regresado a casa, lo decía mientras me abrazaba, de forma cortante y seca exclamo. No podemos esperar mas ven acércate te mostrare tu destino y tu objetivo desde hoy en día. La bola de cristal empezó a brillar, mirando detenidamente pude observarme, estaba allí sentado en un trono de cristal negro, gobernaba todo el reino, y todo era paz y armonía.
-Y bien, que tal tu futuro, menciono Ester mientras me agarraba los hombros por detrás. No sabia que responder.
-Tranquilo ya estas aquí y puedes tomarte un tiempo para que lo pienses bien, solo era necesario cruzar el portal esta noche lo otro puede esperar un poco mas, pero mientras lo piensas no puedes salir de esta propiedad, lo decía mientras volvía a levantar su libro y clavar su ojos en el.
-Ey!, ni te preocupes, mira has visto bastante esta noche mejor te preparo tu habitación para que descanses, con una sonrisa amable Ester me tomo de la mano y me llevo a mi cuarto. Listo este será tu cuarto por el momento, mira Montie no me permitiría darte esto pero tenlo, te ayudara a escoger lo mejor para tu futuro, solo necesita una gota de sangre, si no se pinta de ningún color no puedes quedarte aquí y te devolveremos a tu vida normal, pero si se pinta de negro o azul significa que perteneces aquí, en tu sangre estará la verdad, suerte, cerrando la puerta y otorgando una sonrisa se despidió dejándome solo en ese lugar.
Pero que diablos acaba de suceder hoy día, todo me daba vuelta, no encontraba respuestas para nada de lo que vi hoy, ¿Por qué la gente estaba como zombie?, ¿Por qué aparecieron?, ¿Cómo llegue al pueblo? ¿Cómo diablos es que termine aquí?. Solo me quedaba una forma de saber aunque sea una respuesta, usare ese liquido extraño que me dio Ester.
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El libro negro
FantasyLa vida no es igual desde que Frank se entera que es un hibrido, despreciado por el resto de razas demoniacas y angelicales. Tendrá que pasar por varios retos para llegar a alcanzar su meta y convertirse en uno ser lleno de grandeza tal cual lo habí...