Uno cree conocer a las personas como la palma de su mano, pero en realidad no es así, uno nunca termina de conocerlos y ese es el error que muchos cometen.
¿Cuál será el secreto de nuestro querido cervatillo? mejor conocido como el demonio de la ra...
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Lucifer subió al cuarto de Alastor y tocó suavemente la puerta. -¿Alastor? Se que dijiste que no te molestaramos, pero, ¿podemos hablar?
No hubo respuesta alguna.
Así que volvió a tocar pero ahora más fuerte, a lo cual obtuvo la misma respuesta anterior. Volvió a tocar mucho más fuerte. -¡Alastor, como rey del infierno te pido... No, te exijo me habrás la puerta o la derribare!
Nuevamente, sólo recibió silencio como respuesta, ¿Y si esta llorando? ¿Y si realmente se molestó?... ¿¡Qué tal que se mató!? Preocupado, abrió la puerta fuertemente.
-¿¡Pero qué demonios te pasa!? -dio un brinco en su lugar. Pues él estaba durmiendo.
-¿¡Estás todavía con vida? -se dio cuenta que el lugar estaba oscuro y Alastor estaba en la cama. -¡Oh! Estabas dormido.
-No me digas, ¿a penas te diste cuenta? Vaya inteligencia la tuya. -se levantó de su cama y se acomodo la bata, Lucifer alcanzó a ver una pequeña bolita en su estómago.
-Ahora que comprobaste que no estoy muerto, largo. -lo empujó fuera de la habitación y cuando iba a cerrar la puerta, el más bajo se aferró a su estómago con dos intenciones. Número uno, quería sentir la bolita, número dos, no quería irse sin antes hablar con él.
-¿¡Qué crees que haces!? ¡Deja de tocarme!
-Bueno, no opinaste eso hace unos meses atrás. -lo miro de manera pícara.
Molesto, suspiro. -¿Qué quieres? -sobaba su cien.
-Ya te lo dije, quiero hablar contigo.
-Pues yo no. Así que largo. -realmente se sentía muy cansado, a pesar de tener tan sólo tres meses de embarazo sentía que los síntomas que había leído se multiplicaron.
-Por favor... Sólo está vez.
-Esta bien, pero ya sueltame... ¡Y deja de sobar mi estómago!
-Es que esta pequeño y redondito.
-Ya deja eso, rápido, que quiero dormir, ¿de que quieres hablar? -se sentó en la cama; la luz de la habitación era tenue.
-Yo, bueno, hay tantas cosas de que hablar. Primero lo del bebé, luego lo de Lilith, y que pasará con nosotros.
Alastor levanto una ceja al escuchar lo último. -¿Nosotros?
-¡Si, ese bebé no puede crecer con un sólo padre, debe de tener a ambos! ¿Crees que sea buena idea que nos casemos? Después de todo yo ya estoy divorciado, entonces no hay impedimento. Estoy seguro que Charlie estaría muy emocionada. -inconscientemente se paró y comenzó a caminar de un lado para otro.
-¡Deten ahí las cosas pulga infernal, entre nosotros no existe nada ni habrá algo, tu debes de enfocarte en buscar a tu esposa y yo me mantendré ocupado en cuidar a MI bebé, así que si me disculpas! -lo empujó del cuarto y le cerro la puerta en su cara, claro que olvido un pequeñisimo detalle, claro, también lo había olvidado Lucifer.
