Ese mismo día en el momento que fue a dejar a su prometido le comunico la buena noticia a los padres de Sergio quienes con lágrimas felicitaron a su hijo y a su prometido, con el tiempo pisándole los pies ambos acordaron casarse una semana antes de que Max marchara a sus labores en el castillo, fueron meses difíciles de coordinar era la primera boda en ambas familias después de mucho tiempo y los jóvenes no podían ponerse de acuerdo con algunas cosas al final lograron coordinarse y llevar todo a la fecha acordada.
Una noche antes de la boda
—Max es de mala suerte ver a la novia antes de la boda — Los besos seguían cada vez más profundos y lujuriosos el ambiente empezaba a calentarse entre besos y toques
—Para nada, nosotros nos amamos y no habrá nada que nos separe te lo aseguro — Mis manos recorrían su pecho por debajo de su camisa de seda — Eres tan suave, tan delicado que tengo miedo de romperte con tan ligero toque
—Max — Su nombre salió de mis labios en un susurro de ruego — Si mis padres te ven aquí no sé de qué son capaz —Aunque quisiera apartarlo sus dedos en mis pezones me hacían perder toda cordura
—Casi somos esposos, no hay nada de malo entregarnos ahora cuando mañana lo haremos igual
—Por favor, cariño — No puse resistencia alguna cuando sus manos descendieron más allá de lo permitido, no cuando la lujuria y la pasión se apodero de mi cuerpo y nublo mi mente.
Así en la privacidad de esa habitación dos jóvenes amantes se entregaban por primera vez, esa noche prohibida se entregaron a sus deseos carnales tomando su tiempo en explorarse y con amor sellaron una vida.
La boda fue sencilla e íntima, nadie externos a sus familias y amigos asistió aquella boda tan hermosa y de cuento de hadas, en aquella iglesia dos amantes se entregaban a los lazos del amor uniendo sus vidas en una sola y como Max le prometió esa noche se entregaron una vez más ahora como esposos y compañeros de una corta vida, la semana faltante la utilizaron para encontrar un lugar donde establecerse y empezar a mudarse a su privacidad, pero no todo es de color, la semana paso en un abrir y cerrar de ojos cuando menos lo esperaron Max se estaba alistando para volver a sus obligaciones.
—No quiero irme, pero tengo que hacerlo —Deje un beso en los labios de mi amado —Si hubiera sabido que tendría a un esposo tan hermoso nunca me hubiera enlistado a la armada del reino
—Yo no hubiera cambiado nada, ya que gracias a eso te tengo como esposo Max
—Tienes razón Sergio, te prometo que vendré seguido, aun si tengo que escaparme del castillo para venir a verte
—No seas así Max, te pueden mandar a la horca si te logran atrapar haciendo eso, solo prométeme que tendrás cuidado —Lagrimas se asomaban en los ojos azules del castaño —Yo te esperare siempre aquí en nuestro hogar
—Lo prometo amado mío.
Y uniendo una vez más sus labios Max se despidió para reunirse con su tropa que lo esperaban en el castillo, por azares del destino (mentira tuve que hacerlo por el bien de la trama) la promesa que hizo el joven Verstappen fue rota a los dos meses y con eso dejando una herida en el corazón del azabache pues su amado estaba desaparecido en combate, dejándole con noches envela y sueños hechos pesadillas, volviendo sus días grises, el joven Horner nunca perdió la esperanza de volver a reunirse con su amado pues en su pecho algo le decía que él estaba bien y volverían a reunirse.
Narra Max
Mi espalda dolía y estaba seguro que los cortes y heridas se estaban infectando, pero la esperanza de volver a ver a mi esposo me seguía manteniendo en pie, como pude a ver caído en la trampa del enemigo, ni siquiera pensé en la posible emboscada todo por querer exterminar de una vez por todas aquellos bastardos.
—Agh — Una queja de dolor sonó a mis espaldas me detuve volteando y ver como el chico se desplomaba en la tierra húmeda
—Hey, no, no —Me acerqué a él levantándolo, tuve que arrastrarlo hasta apoyarlo contra un árbol —Tienes que resistir estoy seguro que no falta mucho para llegar a algún pueblo.
—No puedo seguir señor, me siento cada vez más débil —El chico con el que sobreviví no era más que un joven de 19 años con una herida en uno de sus costados pude ver como empezaba a llorar —Solo quería que mi padre se sintiera orgulloso de mí por eso estoy aquí, pero él tenía razón no soy más que un estorbo
—Ey chico no es así, estoy seguro que tu padre está muy orgullo de ti
—Él murió cuando tenía 17, hice esto en su memoria y aun así soy un fracaso, tiene que dejarme y continuar usted
—No te dejare aquí soldado, juro proteger al reino con su vida y usted aun esta con vida así que luche por eso, aférrate a la vida por las personas que ama, por quien lo espera en casa, por sus amigos tienes mucho que vivir aun, tienes que conocer a tu alma gemela —Y entonces los recuerdos de mi amado Sergio vinieron a mi mente, como debe de sentirse, lo angustiado que debe estar al no saber noticias de mí entonces supe que no podía darme por vencido por que había una razón de por qué luchar— enamorarte y llorar cuando se aparte de tu lado, casarte y tener tu propia manada, vamos chico levántate.
—No tengo fuerzas
Fue entonces que el alfa le propuso llevarlo en su espalda ahora con un peso extra retomo una vez más el camino a casa, aunque sabía que estaba perdido y caminaba a ciegas. Los días siguieron avanzando y con eso el término del primer mes, la desesperación se hacía cada vez más notable en el alfa mayor al ver que seguían en aquella gran arboleda, fue una noche que mientras descansaban los trotes de caballos alertaron al mayor quien rápidamente levanto al muchacho y empezó a correr hasta donde sus fuerzas le permitían.
—Tiene que dejarme —La oración salió de los labios del agonizante alfa —Usted no lo lograra si no me deja
Trate de ignorar lo dicho y seguir con mi trabajo de llevarnos a un lugar seguro o en el mejor caso perder a los que nos seguían, pero las palabras se seguían repitiendo —Cállate — La fuerte orden salió de sus labios dejando solo el sonido de las aves y de las pisadas de sus perseguidores —Guarda silencio, ya te dije que no te dejare aquí.
—Por qué es tan terco señor, estoy más muerto que vivo, es mejor que termine mi sufrimiento ahora
—No puedo hacer eso, te veo y no puedo ignorar el hecho que podrías ser mi hijo, así que no pidas que te deje morir por que es algo que no puedo permitir
—Si salimos de esta con vida, me permitiría llamarlo papá — La pregunta tomo por sorpresa al alfa quien al tratar de contestarle y no ahogarse con las lágrimas perdió el equilibrio ocasionando la caída inevitable de ambos, la cabeza del alfa mayor golpeaba con fuerza la raíz sobresalida de un gran árbol de sequoia —Mick — Y antes de poder caer inconsciente pudo escuchar las voces de los soldados ¡Es el capitán! Y después todo se volvió negro.
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El Guerrero de Armadura de Plata [Chestappen Versión]
FanfictionVersión Chestappen, solo es una ficción no busca ofender a nadie, solo a esperar a que les guste.