Capítulo 18

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Sentía su cuerpo pesado y sus brazos sin fuerza. Aún cuando quería levantarlos para quitar a quien sea que estuviera pasando su lengua por su mejilla, sus extremidades no le respondían a las órdenes de su cerebro.

Sus párpados se abrieron con verdadero esfuerzo. Al menos el del único ojo sano, siendo que el contrario permanecía cerrado a pesar de intentar observar más allá de la bruma del sueño.

Con su vista nublada, pudo notar una mancha negra que lamía su mejilla con entusiasmo antes de pasar por encima de su pecho y dirigirse al lado contrario.
Frunciendo el ceño, dirigió su vista hacia el joven a su lado. Naruto permanecía con el cuaderno entre sus piernas, con su cabeza baja y concentrado completamente en los números que había logrado hallar en la hoja cuadriculada.

Un ladrido, fuerte y fino, lo hizo sobresaltar a ambos y el joven a su lado giró su cabeza con un semblante molesto ante la interrupción abrupta.

Itachi respiraba con dificultad sintiendo un pinchazo en sus costillas. Su rostro dolía, pero el ardor que sintió en un inicio de la pelea, ya no se hallaba en su piel. Solo las incontables marcas que aún no se había visto y el malestar, era todo lo que permanecía a la vista para recordarle del brutal ataque que había sufrido en la universidad.

Sin embargo, pese al dolor lacerante que se apoderó de la parte inferior de su rostro, le sonrió al mayor con cariño. Naruto parecía no ser consciente de su mirada o quizás, solo se encontraba procesando la información de que el menor por fin había abierto los ojos luego de haber dormido por dos días seguidos.

El rubio apretó sus ojos con fuerza cuando sintió el ardor en ellos y dejando a un lado su cuaderno de estudios, se acercó al chico acunando su rostro entre sus manos con la suficiente delicadeza como para hacerle creer a Itachi, que quizás no lo estaba haciendo.
Sus manos rozaron dulcemente las mejillas del contrario, sin ser capaz de acercarse ante el miedo de lastimarlo aún más.

—Hola bonito.—Susurró al fin, luego de depositar un suave beso en su frente.— Me alegra poder ver tus hermosos ojos de nuevo.—El azabache sonrió con felicidad y cansancio.

No estaba seguro de cuanto tiempo había dormido, pero su cuerpo le pedía un poco más de tiempo en sanar y poco le interesaba, por no decir que no se creía capaz, de siquiera erguirse en su lugar para atrapar los labios del mayor.

—¿Y mis padres?—Preguntó en un susurro.

—Los mandé a descansar cuando volví de la universidad, volverán en poco tiempo.—Comentó.— Pero tu maravilloso novio ha estado cuidando de ti.

Naruto no pensaba recordarle lo ocurrido o la forma en la que lo había encontrado. Suficiente tenía con el hecho de tener que permanecer en las instalaciones más tiempo del esperado, pero agradecía que no hubieran lastimado su cabeza de gravedad como el doctor dijo que podría haber ocurrido.
Tampoco tenía que decirle que ya se cobró lo que le hicieron. Solo sus amigos sabían lo que había sucedido en la pelea entre él y el dúo de idiotas. Nadie tenía que saber, sobre todo los directivos, aún cuando el sabía que podía cerrar sus bocas al contar la experiencia de su pareja.
Sin embargo, a pesar de que no fueron los docentes quienes lo enfrentaron, su amiga Sakura había hecho un verdadero escándalo mientras curaba correctamente sus heridas, antes de lanzarse hacia él para decirle lo orgullosa que se encontraba por su forma de actuar mientras Hinata solo lloraba y Shikamaru palmeaba su espalda sonriendo de lado.

—¿Desde cuándo somos novios?—La pregunta lo sacó de sus pensamientos, concentrando su mirada casi perpleja en el cansado chico.— Creí que solo salíamos. Quiero decir, nunca te habías propuesto antes.—Se corrigió.

Naruto lo vio cada vez más indignado. Cada palabra que había dicho el joven, parecía haber ofendido incluso hasta su alma e Itachi solo podía esperar pacientemente a que se de cuenta de que él tenía razón.

Cartas (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora