– Fue un accidente.
– ¡Derramaste todo sobre mi!
– Se me cayó, entiende que no sabía que justo ibas a salir de la cocina al mismo tiempo Leo.
– Alex..tengo café en todo mi cabello, ¿que tengo que entender?
– Ya, ven que te limpio – el pelinegro suspiró sintiendo el olor a café impregnado sobre él. Con suerte, se iría dentro de dos días. Siguió con molestia al castaño que lo dirigía al baño para enjuagar los restos que quedaban en su cabello de la bebida.
Resulta que luego de levantarse temprano esa mañana, salió cuidadosamente de las sábanas sin despertar al contrario. No se había quedado muchas veces a dormir en su casa, pero las pocas que si, le daba una colcha y dormía en el sillón. No quería pensar en la reacción de Alex al despertar y encontrarse que su mejor amigo dormía cómodamente abrazado a él, y con la entrepierna sutilmente apoyada en su trasero.
Se vistió y desayunó para luego ir al baño. Luego de organizar la ropa y lavarse la cara salió nuevamente hacia la cocina sin saber que el proyecto de animal dormido-zombie que salía de la cocina con una taza de café media hecha chocaría con él derramando toda la bebida.
– Leo, siéntate – le dijo el castaño señalando el pequeño banco en el baño. Obedeció viendo como el menor cargaba un recipiente de plástico celeste.
– ¿Que piensas hacer? – preguntó confundido viéndolo rebuscar en los estantes hasta encontrar el shampoo. Ese mismo con el que había olido del cabello del contrario antes de caer dormido.
– Voy a lavarte – dijo con una sonrisa volteándose y enseñando el pote. El silencio se hizo presente en el pequeño cuarto mientras se observaban sin decir nada.
– No.
– ¡Por favoooorr!
– No.
– Leo, por favor, jamás me dejas hacerle nada a tu cabello – Alex hizo un puchero recordando las veces que trató de hacerle algún peinado al lacio y hermoso cabello de su amigo. Evidentemente, siempre obtenía la misma respuesta.
– No. Puedo hacerlo solo – se levantó y tomó el shampoo de las manos del castaño.
– Dalee, no es tan malo – se quejaba mientras era empujado fuera del baño. Leo cerró la puerta del cuarto con fuerza a modo de respuesta – ¡No soy un bruto! ¡¿Sabes?! – le gritó desde fuera para cruzarse de brazos y fruncir el ceño dramáticamente.
Dentro del baño, Leo recostó la espalda contra la pared y se deslizó hasta sentarse contra la puerta. Llevó una mano a su pecho y arrugó en su puño la remera negra que llevaba justo sobre su corazón mientras sentía sus mejillas arder. Cuando el menor le dijo que lo iba a "lavar", por su mente cruzó una imagen de él y el castaño duchándose juntos. Ambos muy juntos y desnudos. El pensamiento junto a su mala suerte de tener la piel pálida lo delataría junto al sonrojo que seguramente tendría ahora.
– Alex...pequeño conejito, me vas a volver loco...
Salió del baño con una toalla alrededor de su cintura y fue a su habitación buscando ropa. Apenas entró dio un salto hacia atrás sorprendido.
– Alex... – dijo con voz aterradora viendo al castaño – ¿Que demonios pasa aquí?...
El piso, escritorio y cama estaban llenos de ropa de todo tipo y colores. Alex tenía la cabeza metida en su armario corriendo y "ordenando"cosas. En un rincón del lugar vio las dos maletas del menor completamente vacías.
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MI BELLA ADVERSIDAD (BL) ¡¡+18!! --Aurora Anónima--
Novela JuvenilBL. Dos Amigos, un solo amor. Alex tiene problemas con su apartamento y su amigo le propone vivir con él durante un tiempo. Alex acepta sin pensar que su nuevo propietario no pensaba cobrarle la renta con dinero. *Historia completamente mía *Los Pe...