(aclaración en este universo reiner si siguió el consejo de que le dio Anni cuando ya estaban por graduarse como soldados, de volver a Marley con la información que tenían.)
Después de esperar, dos años por este momento, por fin la guerra ha terminado y Bert pudo volver a casa para que así podamos casarnos, si bien nos casaremos más tarde de lo imprevisto lo estaremos para mañana al alba. La boda será sencilla e íntima, luego de eso haremos una cena con los pocos invitados de la ceremonia, de la parte de Bert solo estará su padre, reiner y Annie, y yo solo tengo a mí madre, mí hermana y mí mejor amiga.
Sinceramente creí que este momento no iba a ser posible, debido a que cuando los guerreros volvieron de la isla y se descubrió que la misión de capturar al fundador fue un fracaso, estuvieron a punto de quitarle el colosal a Bert, si no fuera porque Braun decidió cargar con toda la culpa de la misión fallida, hoy no podría casarme con el hombre que en pocos meses me di cuenta que es el amor de mí vida, si bien su timidez hizo que el acercarme a él fuera algo difícil, al final pude conquistar su corazón.
—¡Un poco más y ya estás!— dijo mí hermana para seguir frotando esa brocha con aquel polvo rosado en mí mejilla.
—Sabés el rubor tiene que tener una buena capa, así te verá deslumbrante mientras estas en la cama.— me río por su comentario, y a la vez sus palabras me hacen pensar en el hecho de que mí vida sexual con Bert es casi inexistente, yo y el solo tuvimos la oportunidad de acostarnos una sola vez y fue hace dos años, que ya olvidé como se siente, y lo deseo tanto que no sé si puedo aguantar otras tres horas más para volver a sentirlo dentro mío, pero me reconforta que será hoy que después de tanto tiempo que volveremos a hacerlo en nuestra noche de bodas.
—Espero que sea así.— digo con una sonrisa, imaginando el momento
Apenas Elisabeth termina de maquillarme, me levanto para ver mí reflejo en el gran espejo de la pared, ella se para detrás mío y dice.
—Siempre soñe con ver a mí hermanita llegar al altar, no sabes lo orgullosa que estoy de ti.—una lágrima cae por su mejilla, me doy vuelta para limpiar con mí dedo índice está y abrazarla.
—Gracias por todo hermana.— digo y está sonríe con nostalgia en respuesta.
-—Bueno si ya estás lista, no hagamos esperar más, vamos.— salimos de la habitación en camino al gran salón.
Al llegar, Eli se va a acomodar a su lugar, yo me paro en la puerta sin poder creer que estoy por casarme con el hombre de mí vida.
Tocó la puerta, y al instante esta es abierta, lo primero que veo es a bertholdt parado en el altar, su traje negro resalta su hermosa piel morena, y simplemente se ve hermoso. A los costados están mí familia por una parte y la suya por el otro, todos me miran expectantes y con fascinación en sus ojos.
Empiezo a caminar lentamente al compás de la musica, hasta llegar al altar, me paro justo frente a Bert, sus ojos son una mezcla de amor, emoción y alegría nos tomamos de las manos y el notario empieza a decir sus líneas, al terminar este Bert aclara un poco su voz para decir sus votos.
—Yo Bertholdt Hoover, prometo respetarte y honrarte con el pensamiento y el corazón. Prometo estar contigo en la salud y la enfermedad. Prometo estar siempre a tu lado, para construir la vida que hemos planeado juntos. Prometo cuidarte en todo momento que me queda de vida. Prometo trabajar para que nuestro amor crezca y se fortalezca con cada uno de los días de nuestro matrimonio. Prometo que desde este día no caminarás sola. Y por último prometo amartey adorarte hasta el último suspiro que salga de mí boca.—
Estás palabras hacen que mí corazón pare de latir por un momento y que mí respiración se pare, mis ojos se humedecen levemente por la emoción, aclaro mí voz ya que es mí turno de hacerlo.