𝙵𝚘𝚛𝚋𝚒𝚍𝚍𝚎𝚗 𝙻𝚘𝚟𝚎 || (𝐭𝐨𝐥𝐥)

𝟾

Regresamos de nuestro viaje a Los Cabos y la última semana que nos quedaba, Tom y yo la pasamos juntos todos los días. Era muy cariñoso conmigo y atento, no quería que jamás dejara de ser así. También me he dado cuenta que es muy caliente, me manosea todo el tiempo, claro cuando estamos solos, pero no llega a más y lo agradezco, porque siento que sería muy pronto.

-¿Mañana quieres que pase por ti para ir a la universidad?- estábamos en el sofá sentados mirando televisión y estábamos abrazados, me encantaba estar así con él.
-Si, esta bien- respondí sin separarme de él. Acariciaba mi cabello y yo trazaba círculos en su rodilla con mi dedo índice.
-Debo irme, es tarde y no quiero que mis padres empiecen a molestar- hice una mueca por la manera en que se expresó.
-Solo les preocupas Tom- le acaricie su mejilla y él soltó una risa nasal.
-mañana nos vemos- ignoro lo que dije y se puso de pie, lo acompañe a la puerta y nos despedimos. Me dio un beso y un abrazo para después irse en su auto.

Siempre que tocaba el tema con Tom de sus padres lo evadía de cualquier manera y más me daba curiosidad por saber que pasaba.

Al siguiente día paso por mi y llegamos juntos a la universidad, el día ahí transcurrió normal. Le comenté un poco a Georg y se alegro por mi, aunque Tom prefirió que en la universidad aún no nos mostráramos juntos, estuve de acuerdo, igual y aún no teníamos nada formal.

Y así el resto de los días y semanas en la universidad, de hecho Gustav no sabía nada al respecto. Jamás le dije nada a Tom y no quería presionarlo quería darle su espacio.

-Bill, en serio piénsalo, ni siquiera lo sabe Gustav pero yo si ¿tan malo es que se sepa?- dijo mi mejor amigo a lado de mi, habíamos quedado para salir a dar una vuelta, tenía mucho que no salíamos ambos.
-No... o eso creo...- dije mirando al frente.
-Bill, llevan tres meses saliendo y casi siempre están en tu casa, dime una cosa ¿ya te acostaste con él?- lo mire exaltado.
-¡Georg!- me cruce de brazos.
-¿Que? Es solo una pregunta- suspire y me rasque mi sien.
-No... Bueno si ¿ya? Me acoste con él, fue el fin de semana que nos fuimos a la casa de campo que tienen sus padres- la cara de Georg era un poema, su mandíbula casi caía al suelo- y después de ese fin de semana ha pasado varias veces- dije desviando mi mirada.
-Bill... en serio, pon las cartas sobre la mesa con él, no quiero que termines con el corazón roto- puso su mano en mi hombro y me quede pensando, quizá tenía razón, nos tratábamos como novios pero no lo éramos, y las únicas personas que lo sabían eran mis padres y nuestras hermanos porque incluso Gustav no sabía nada ¿Como es que no se había dado cuenta?
-Bien, hablaré con él nuevamente- Georg asintió.
-¿Se verán hoy?- le tomó a su soda.
-Si... me dijo que quería tener una cita romántica- Georg hizo una mueca de "meh, suena bien"- no es tan malo Georg, se que no me rompería el corazón- dije seguro.
-Eso espero Bill, eso espero- el resto de la tarde la pasamos juntos en su casa, yo vería a Tom a las 8 y eran las 6 apenas me daría tiempo de darme una ducha y vestirme con algo lindo.
-Georg, debo irme- dije levantándome del sofá.
-Te llevo- salimos de su casa y me llevo a casa, me apresuré y terminé justo 7:30.

A las 8 en punto Tom estaba afuera de mi casa, salí y me subí a su auto.

-Hola guapo- dijo cuando estuve dentro y le di un beso.
-Hola- nos sonreímos y puso en marcha su auto.
-¿Como te fue con Georg?- preguntó.
-Bien, extrañaba salir con él- me sonrió y tomó mi mano- ¿a donde iremos?- le pregunté ya que vi que tomaba camino hacia el centro.
-Te llevaré al mejor lugar de Alemania, los bolos- empecé a reír y pensé ¿eso es romántico? Bueno, Tom se esforzaba y se lo agradecía. Después de un rato llegamos y pude notar que no había mucha gente en el lugar, daba igual; estaba con Tom y eso era lo que me importaba.

-¿Quieres algo de comer?- preguntó y yo asentí- pide, iré a contestar- me mostró su teléfono el cual había comenzado a sonar.

Después de un rato regresó y también pidió algo para comer, una hamburguesa y papas igual que yo. Nos dieron nuestros pares de zapatos para poder jugar y nos acercamos al apartado para comenzar a jugar.