Diario de una Escritora más...

Dos...

En la mañana me levante con el sonido de la alarma, 7:45 marcaba el reloj de pared de mi habitación, el cual mi madre había insistido colocar justo en frente de mi cama. Me levante para empezar alistarme solo me quedaban treinta minutos, así que me fui a duchar, cuando entre al baño mis ojos vieron directamente hacia el espejo de cuerpo completo, en el cual podía apreciar toda mi desnudez, yo no era del tipo de chica que le gustaba ejercitarse y tener una figura perfecta, de hecho mi figura estaría en la lista de: "Figuras Normales", mi cuerpo no me desagrada, mi cintura de reloj de arena, de hecho me agrada mucho, mis pechos, los considero de buen tamaño, y mi trasero, según mis amigas, es fantástico. Abrí la regadera y deje caer el agua sobre todo mi ser; me gusta ducharme, me siento como en otro mundo, medito y puedo dejar volar mi imaginación por un tiempo. Al salir me dirigí directamente a mi armario y me coloque pantalones de mezclilla, una camisa un poco holgada color rosa pálido y zapatillas, luego de un gran rato mirándome al espejo, decidí recoger mi cabello. Maquille un poco mi rostro y revisé mi celular, un vistazo en las redes sociales, y considere que ya estaba lista, para empezar un año escolar nuevo en otro lugar, lo dudo, pero lo intentare. Baje a la cocina y pude observar a un chico sentado en la sala de descanso junto a mi mama, recordé quien era, era Cristian, había olvidado todo lo que había ocurrido la tarde anterior.

- Buenos días Becca - me dijo Cristian.

- Para ti soy Rebecca - Dije, aun no tenía la suficiente confianza para que me diga así, por lo general solos las personas más cercanas me llaman de esa forma, pero no permitiré que Cristian me diga así, dudo que algún día lo haga.

- Rebecca - Insinuó mi mama.

- ¿Qué? -Pregunte- ¿Donde esta Isabella? Quiero irme lo más pronto posible -No quería irme, no quería irme nunca, menos a la secundaria, la secundaria Dwndle Bells, según lo que mi mama me dijo, era un lugar tranquilo, aunque la investigación en Internet decía todo lo contrario, decía que Dwndle Bells era una de las secundarias más difíciles del estado. Genial, eso aumentaba mi confianza.

- Esta arriba -Contesto mi madre señalando hacia las escaleras.

Coloque mis ojos en blanco y, me dirigí rumbo a la habitación de Isabella -¿Lista?- Pregunte, cuando llegue a la puerta de la habitación de Isa. Pude notar que estaba al otro lado de su closet. Sin siquiera contestar dije:

- Ya veo que no.

- No te quedes allí parada -dijo Isa- Ayúdame a conseguir algo lindo para dar una buena impresión.

- ¿Qué tal si solo te colocas una camiseta, unos pantalones y calzado?

- Vamos, Ayúdame, quiero impresionar a algunos chicos del noveno grado.

- Pues, suerte con eso - dije cerrando la puerta y alejándome de esa habitación.

Me dirigí a la habitación de Valentina, con la intensión de saber cómo esperaba este regreso a clases, me impresionó ver que aún estaba dormida, me acerque a la cama y de repente un "BOH, TE ASUESTE" salió de la boca de Valentina.

- Me asustaste -Dije

- Lo sé -Dijo Valentina entre carcajadas.

- ¿Estas emocionada por el día de hoy? -Pregunte.

- Sí, creo que haré nuevos amigos -Respondió Valentina muy contenta.

Mire el reloj de la habitación de Valentina y, faltaban solo ocho minutos así que me despedí de Valentina, pase por el cuarto de Isa y le hice seña para que nos fuéramos. Salimos de la casa y solo faltaban cinco minutos, había un auto al frente de la casa.

- Yo las llevo -Dijo Cristian, quien venía detrás de nosotras.

- ¿Tienes permiso para conducir? -Pregunto Isa.

- Sí -Dijo Cristian muy seguro. Pues como no quedaba de otra, nos tuvimos que ir con él, el auto estaba un poco sucio, pero ya me lo esperaba, en los asientos de atrás había una mochila.

- ¿Vas a la secundaria? –Pregunte con indiferencia.

- Si -Contesto de inmediato- Último grado.

Genial, pensé, Ahora vería a mi "hermano" hasta en la escuela. Cuando llegamos observe que, Dwndle Bells, era muy cerrada, paredes altas y anchas, muy pocas ventanas, y de color amarillo pálido. Entramos y no pude evitar ver que, como en toda secundaria, había grupos, pero era impresionante ver que en Dwndle Bells, se notaba más. Entramos, y Cristian me dio un papel, al parecer era el horario, ¿Pero porque lo tenía el?, me negué a preguntar, así que sólo seguí mi camino, fui directo a mi casillero, F-108, estaba cerca del casillero de Isabella, a cinco espacios, para ser exactos, coloque mis cosas dentro y me fui rumbo a mi primera clase: Biología.

Mi día fue normal, mucho más normal de lo que esperaba, aunque me pareció un poco raro que tenga una clase de religión dos horas al día, en mi otra escuela, solo la veía una vez a la semana, ahora tengo que verla dos veces al día, el "Doctor Montserr" o así es como nos ordenó llamarlo, es el profesor de dicha clase, se ve que no es mayor de cuarenta, pero es muy estricto, me gustan los profesores así, creo que te preparan para la vida.

Luego de que terminarán todas las horas de clase, me encontré con Isa y Cristian en la Entrada, note que Isa ya había enganchado a un chico, ¿Qué raro, no? Era lindo, tenía el cabello castaño claro y un buen perfil.

- Él es Daniel -Dijo Isa- Esta conmigo en la mayoría de las clases, y se ofreció a llevarme, su papa es muy adinerado, así que mando a alguien a buscarnos -Isa no dijo más nada, solo se fue de la mano con Daniel y nos dejó a mí y a Cristian, coloque los ojos en blanco y camine rumbo al auto de Cristian.

- ¿Nos vamos? -Pregunto Cristian. Yo solo asentí y nos fuimos.- ¿A tu mama no le importa que ella se valla con alguien que acaba de conocer? -Pregunto.

- No -Dije, muy segura, si le importaba, pero que la castiguen el primer día no es malo.

En todo el viaje no hubieron más palabras, solo el silencio cubrían nuestros oídos. Cuando llegamos mama no estaba, había una nota pegada en el mesón de la cocina.

Tuve que salir por una emergencia de trabajo. Volveré a las 8:00 pm. Cuídense.

A.T.T: MAMA

Mi mama trabajaba muy duro, ella era contadora, y su jefe la exprimía, mi padre es antropólogo, por eso nunca está en la casa. Recuerdo que cuando era pequeña mi papa nos llevaba a mí y a Isa de paseo, a McDonald's, o algún parque, eso se acabó desde que le ofrecieron trabajo, ahora sólo viaja y viaja.

- ¿A dónde vas? - Dije, al ver que Cristian se estaba alejando por la puerta.

- Tengo una vida -Dijo con un tono muy arrogante.

- Cómo sea -dije, y le abrí camino para que se fuera. Subí a mi habitación agarre mi libreta, hice un dibujo de un cartel de madera enterrado en el suelo, con un paisaje de un campo floreado. El cartel decía:

"Favor no apoyarse de la pared"

Luego hice una nube de chat que decía:

"¿Cual pared?"

"De eso se trata", escribí a un lado de la nube.