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"I wanna be your sex toy."
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Mantener el contacto físico por más de 1 minuto con tu novio solía ser algo raro, le agradaba la calidez de tus abrazos pero no era tan regular que se quedase bastante tiempo abrazado a ti, incluso a medio abrazo aumento su fuerza apretándote aún más, de lo alto que era seguía asfixiándose ya que casi tu cabeza quedaba en su pecho.
—. Rin, estoy ahogándome... — Dijiste con la voz entrecortada ya que el Itoshi simplemente no parada de apretar más y más el abrazo.
No querías ser cruel y retirarte fríamente del abrazo pero el problema es que ahora ni siquiera sentías la respiración.
—. Rinnie, estás aplastándome... — Mencionaste de nuevo.
Ni siquiera te respondió, jalo de tu melena obligándote a verlo aún sin soltarte con tu otra mano, te hizo gruñir de dolor pero por obviedad no quisiste molestarlo y solo te quedaste viéndolo para ver que era lo que le sucedía ahora.
—. Eso no le decías al estúpido de Yoichi, ¿O si? — Te preguntó él con ese tono irónico y serio a la vez que siempre utiliza, aún seguía penetrándote con simplemente verte, su grande mano seguía en tu nuca.
—. Ni siquiera hablamos. — Renegaste.
—. Que yo haya visto, estaba bastante pegajosito contigo, ¿O te refresco la memoria? — Volvió a preguntar entrecerrando más los ojos y aumentando más su agarre en tu cabeza, por tu parte, solo tenías tus manos cerca de tu cabeza intentando amortiguar algún tipo de dolor, no era dolor si no simplemente molestia en tu cuero cabelludo.
—. Solo fuimos buenos amigos en la secundaria y ya, lo juro. — Hablaste buscando que soltara su agarre.
—. Mentirosa. — Insultó soltando tu nuca aventando de un simple golpe de mano tu cuerpo a la cama cayendo junto a ti, ahora como regularmente hacia solo omitiendo la parte espeluznante donde se enojaba por razones que no comprendías, había hecho que no pudieses moverte ni con las manos ni con absolutamente nada, literalmente estabas a su merced.
—. Que yo recuerde, escuché a ese estúpido hablar de una tal "Reader", diciendo que estudiaba con él en la secundaria y que era la chica más dulce que pudo haber conocido en ese año, ugh, que cursi, ¿Quién podría ser ella? — Abriste los ojos como platos cuando lo escuchaste decir eso, honestamente también era de asombro, tuviste uno que otro pretendiente en la escuela pero, ¿Isagi? No te lo esperabas de él.
—. Yo no tenía idea, Rin, te lo prometo. — Respondiste asustada intentando moverte un poco, lo cual al parecer lo altero más porque apretó más todos sus agarres y la presión entre su parte baja y la tuya.
