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¿Mi momento más feliz? Tus momentos felices, también lo son míos.

Gu won aceleró el coche e intentó esquivar a aquellos que lo esotorbaban, ¿que acaso nadie tiene prisas en esta bendita ciudad? Golpeó el volante, frustrado ─ Agh, como me hacen perder el tiempo.

Por vigésimo quinta vez echó un vistazo a la pantalla de su móvil donde releyó el mensaje "ven rápido" hacia ya casi 10 minutos que lo había leído y cada vez que la hora se actualizaba se ponía más nervioso.

Abandonó el coche frente a la entrada de la empresa y salió disparado en dirección a la oficina de su esposa  ─ ¡Do Hee! ¡Do! ─ la llamó buscando por todos lados, ganándose miradas curiosas de parte de los empleados.

Su mirada porfin chocó con la de aquella pelinegra vestida de blanco. Aceleró el paso hacia ella ─ ¿Estás bien? ¿Que pasa? ─ daba grandes bocanadas de aire, sofocado por el ejercicio físico

─ Respira, ¿porque viniste tan deprisa?

─ Me dijiste que viniera rápido

─ Oh, eso ─ esbozó una sonrisa deslumbrante y chilló ─ ¡Lo he logrado! ¡Lo he logrado! ─ abrazó lo más fuerte que pudo a Gu Won dando pequeños saltitos.

El hombre se mantenía desconcertado pero de todas maneras le correspondió el abrazo torpemente. ─ ¡La empresa acaba de superar el máximo récord nacional, hemos generado el mayor beneficio de la industria!

La felicidad irradiaba de su rostro y no cabía dentro de sí. Al comprender la situación Gu Won le devolvió la sonrisa y alegró por ella, aunque le hubiese gustado ahorrarse la carrerrilla.

─ Siento haberte hecho correr tanto. Pero... quería compartir la noticia contigo.

─ Enhorabuena cielo. ─ la tomó entre sus brazos y giró por los aires. ─ Hay que celebrar.

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Fueron a un restaurante lujoso donde pidieron lo más caro del menú, pasaron horas charlando y comiendo entre risas.
Al finalizar, el camarero les trajo la cuenta

─ Pago yo ─ Dijo Do Hee sacando su tarjeta

─ Paga ella ─ agregó Gu Won  ─ ¿sabias que su empresa es la mejor de la industr-?

─ ¡Gu Won! No seas insolente

─ Per- ─ rechistó ─ ¿no era el objetivo de todo esto celebrar que has log-? 

─ Gracias ─ contestó al camarero tomando de vuelta su tarjeta ─ Perdón por las molestias.

Tomó del brazo a su marido y sacó del restaurante.

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epilogue |  my demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora