El sol del atardecer se despedía con un brillo dorado sobre el parque de Shiroyama, bañando cada hoja, piedra y sendero con un tono cálido y suave. Geto y Gojo, atrapados en ese resplandor crepuscular, caminaban lentamente de vuelta a casa, con la bicicleta de Geto rodando a su lado suavemente sobre el camino de grava. Geto, siempre el más responsable del dúo, guiaba su vieja bicicleta con una mano y sostenía el casco con la otra. Generalmente de semblante serio y trabajólico, hoy se mostraba relajado; dejando de lado sus habituales preocupaciones sobre el futuro y sus responsabilidades, observaba con calma el atardecer y a los niños que gritaban correteando entre los árboles. Aunque sus gestos eran propios de alguien maduro, sus ojos revelaban su juventud e inocencia. En su rostro, marcado por la determinación de quien ha luchado por cada logro, se dibujaba una sonrisa suave, realzada por el brillo dorado del atardecer.
Gojo, en contraste, era un torbellino de energía contenida. A pesar de que no se quitara nunca sus lentes de sol, su presencia y emociones eran enormemente luminosos; su sonrisa era lo suficientemente expresiva como para mostrar su alegría, iluminando su rostro más que el sol que se filtraba a través de las copas de los árboles. Caminaba dando saltitos ocasionales, silbando despreocupado o lanzando piedrecitas al aire con la punta de su zapato y tratando de adivinar dónde caerían, lleno de una alegría que parecía emanar de su ser.
—¿Sabes, Suguru? Definitivamente quisiera que el verano no se acabara nunca. - confesó Gojo con un tono juguetón que apenas disimulaba la profundidad de su sinceridad - Me gusta estar así, sin preocupaciones, sin tener que pensar en lo que dirá el director Yaga mañana o pasar todo el día encerrado en clases.
Geto sonrió, mirando a Gojo con una mezcla de admiración y preocupación, alzando una ceja de manera inconsciente. - A mi también me gusta, pero el verano no puede durar para siempre, Satoru, e incluso las cosas buenas llegan a su final. El próximo semestre es importante, y tú... bueno, tú necesitas evitar más problemas si no quieres que te expulsen.
Gojo rió, su risa burbujeando como una fuente en la tranquila tarde. - Suguru, ¿qué sería de la vida sin un poco de aventura? Además, tú estás conmigo para sacarme de problemas cada vez que las cosas se ponen serias. Eres como el caballero de los cuentos de hadas.
Pasaron por debajo del arco de un puente antiguo, las sombras del atardecer jugaban a lo largo del camino, haciendo que el ambiente se tornara más íntimo, casi confesional. Gojo se volvió hacia Geto, suavizando su expresión y le habló despacio, como si eligiera con cuidado sus palabras.—Suguru, ¿alguna vez piensas en cómo seremos en el futuro? En todo lo que podríamos hacer después de graduarnos... Yo sé que tienes muchos planes... una casa, ese perro que quieres... Uzumaki querías nombrarlo, ¿verdad?
Geto asintió, su mirada perdida en el reflejo del agua debajo del puente, ausente en sus pensamientos. La serenidad en la voz de Gojo era algo extraño de oír.
- Sí, eso quiero. - Le respondió finalmente, con un deje de nostalgia - Una vida tranquila, algo seguro, algo mío. Pero también me preocupa dejarte atrás. Eres... eres importante para mí, Satoru. Eres mi mejor amigo, el único que he tenido... espero que eso no cambie nunca.
Gojo sonrió, pero detrás de su usual alegría había una nota de melancolía, un deseo no expresado completamente. "Sí, amigos... Eso es genial, ¿no?... ¿no?".
El aire entre ellos se cargó de un peso emocional casi palpable. Gojo se detuvo, girándose hacia Geto, una sonrisa suave en su rostro.
- Eso no cambiará, Suguru. No creas que puedes deshacerte de mi tan fácilmente. Siempre pienso que, pase lo que pase, tú estarás a mi lado. - Su tono se elevó felizmente, como si divagara - Podré visitarte para jugar con Uzumaki y adoptaré un gato... si, lo he decidido. Será uno blanco y se llamará Gege. Así tendrás que visitarme y cuidarlo mientras yo esté de viaje por el mundo. Tendrás que asegurarte de que le compre comida de gato y no de perro.
Geto soltó una risa, esta vez más relajada. -Eso suena como un buen plan, pero sólo si prometes visitar seguido y no dejarme solo lidiando con tus desastres.
—Prometido. - dijo Gojo, extendiendo su mano en un gesto solemne que no pudo sostener mucho tiempo antes de romper en carcajadas. - Pero hablando en serio, Suguru... gracias. Por estar aquí. Haces que todo parezca más fácil.
Continuaron su camino en silencio, disfrutando del sonido de sus pasos sincronizados y el murmullo lejano del río. Las ruedas de la bicicleta de Geto crujían suavemente contra la grava a medida que el color del cielo se acercaba cada vez más a un violeta oscuro. Los últimos rayos de sol se desvanecían, y las primeras estrellas comenzaban a aparecer, cada una prometiendo la llegada de la noche y de nuevos días por venir.
- ¿Te acuerdas de nuestra primera excursión juntos? - recordó Gojo con nostalgia al ver aparecer las estrellas - Cuando intentamos acampar y terminamos completamente empapados por la lluvia. - No pudo evitar reírse. - Parecía una aventura épica, aunque solo estuviéramos a unos kilómetros de casa.
Geto rió también, el recuerdo suavizando las líneas de su rostro. - Y tú querías explorar más allá de los pobres mapas que teníamos. Por eso nos perdimos y no pudimos volver cuando empezó a llover. - soltó un suspiro ante la tragicómica memoria - Supongo que así eres tú, nunca sabes cuando detenerte, siempre buscando algo más.
- Eso es porque siempre quiero más cuando estoy contigo. - dijo Gojo en un susurro casi inaudible, pero que de todos modos alcanzó los oídos de Geto. Este se volvió hacia él, inseguro de lo que había querido decir.
- Satoru...
- No importa. - interrumpió Gojo, su voz volviendo a su tono habitual, ligero y bromista. - Lo importante es que, no importa qué aventuras o desafíos nos esperen, los enfrentaremos juntos, ¿verdad?
- Por supuesto! - respondió Geto, su sonrisa firme y segura.
El aire se llenó de un entendimiento tácito. Gojo quería decir más, revelar la profundidad de los sentimientos que iba descubriendo poco a poco, pero el miedo a alterar su amistad lo detenía. Se limitó a caminar al lado de Geto, compartiendo risas y planes, mientras el sol se ponía completamente y el cielo nocturno se cubría por completo de estrellas, pequeñas promesas de un mañana que ambos esperaban enfrentar juntos, hombro con hombro, sin importar los desafíos.Mientras seguían su camino, el silencio entre ellos se llenaba de todas las palabras no dichas, y Gojo se prometía a sí mismo que un día, tal vez no muy lejano, abriría su corazón por completo a Geto. Pero por ahora era suficiente estar a su lado, compartiendo el crepúsculo y los sueños de un futuro juntos.
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Infinity ◇ [ Satoru Gojo x Suguru Geto ]
FanfictionEstos dos son mi Imperio Romano 💔 Y vengo con ganas de escribir algo triste...