Hwang Hyunjin es un elegante príncipe que ha dado todo cuanto puede por su fe y su nación con la esperanza que al volver de sus batallas su amado príncipe prometido lo espere para recompensarlo con un amoroso beso.
Pero nada de eso ocurre, la desgra...
Re publicación de este historia, porque vi que allí estaba y porque va con la temática del mes. Espero la disfruten.
Esta historia ya la han leído previamente el año pasado en el especial de Halloween "Vampiro", la edite y le agregue escenas porque gracias a una foto que vi en Twitter (X) recordé que tenia una historia inspirada en Drácula de Bram Stocker. Y aquí esta el resultado 2.0.
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Los lamentos eran escuchados por todo el castillo, el eco de un corazón desagarrado, arrancado del pecho imposibilitado de sentir nada más que dolor. Gritos, sollozos y el más profundo dolor que un alma podría albergar. El príncipe Hwang acababa de perder a su único amor en manos ruines de quienes habían jurado ser protectores de pobladores y naciones. El príncipe había sacrificado su propia seguridad y amor por su nación y su religión ¿Y cómo lo recompensaban? Excomulgando a su amor por haberse quitado la vida luego de recibir una maliciosa misiva qué le contaba una terrible desgracia, una en donde su príncipe había perdido la vida en batalla.
Hwang Hyunjin era un príncipe muy hábil en el manejo de la espada y la estrategia en batalla, su pueblo estaba siendo atacado por un ejército qué profesaba una religión distinta y por lo tanto debía ser eliminada. La iglesia llego con la urgente petición de eliminarlos junto a su ejército, fueron casi treinta días en donde asesino con toda libertad bajo el amparo de dios y la iglesia, cortaba sus cabezas y empalaba sus cuerpos, abalado por la iglesia aquellos herejes que buscaban gobernar su pueblo fueron eliminados, sin embargo no habían contado que el enemigo era inteligente y mucho antes de atacar Transilvania había averiguado que el príncipe Hwang estaba comprometido en matrimonio con el joven príncipe Lee, único heredero de una extraña dinastía asiática establecida en el norte de Europa.
Sin saberlo el príncipe Lee se convirtió en el objetivo de los herejes. El plan era enviar una misiva que relatara la terrible noticia de que su prometido, el príncipe Hwang había sido sobrepasado en batalla. La misiva pretendía ser un detonante para que el príncipe Lee saliera despavorido del castillo para buscar a su amado y entonces darle caza para usarlo como garantía para que el príncipe Hwang detuviera su masacre, pero aquello no ocurrió; el joven príncipe Lee envuelto en desesperanza, tristeza, dolor y absolutamente perdido en su angustia no encontró más sentido a su vida. Subió a la torre más alta del castillo ubicado en un hermoso acantilado, viendo al vacío con un último pensamiento a su adorado príncipe terminó lanzándose hacia el rio perdiendo así la vida.
Los clérigos habían recuperado su cuerpo para presentarlo al príncipe Hwang cuando este volviera de la batalla. El príncipe Hwang entró a su castillo ansioso por besar los labios de su amor y contarle que habían ganado la batalla, en cambio lo único que encontró fue un hermoso cadáver que descansaba cual ángel sobre una gran mesa de piedra siendo rodeado de velas. Una extraña preciosidad en la muerte, algo que solo su príncipe podría lograr, hermoso en la vida e igualmente en la muerte.
