Just one reason | Hyunlix

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Ahora

—Otros dos más pintalabios —dice Niki.

Desliza el tubo rojo brillante de lápiz labial sobre mi labio superior, pero va tan lejos de los bordes que siento que toca mi nariz.

—Eres muy bueno en esto —digo con una sonrisa.

Estamos en la casa de los padres de Hyunjin, cenando con su familia. Hyunjin está en el suelo jugando con la hija de cinco años de su hermana Yeji, Yuqi. El niño de tres años, Niki, está en el sofá junto a mí, poniéndome maquillaje. Los padres de Hyunjin están en la cocina.

Así es como se pasan la mayoría de nuestros domingos. Siempre he disfrutado los domingos aquí, pero últimamente se han convertido en mis días favoritos del mes.

No sé por qué las cosas son más fáciles aquí, rodeados por la familia de Hyunjin, pero lo son. Es más fácil para mí reírme. Es más fácil para mí estar feliz. Es incluso más fácil para mí dejar que Hyunjin me ame.

Me he dado cuenta de que hay una diferencia con respecto a cómo soy con Hyunjin en público en comparación a cuando estamos en casa.

En casa, cuando somos solo nosotros dos, estoy más retraído. Evito su contacto y su beso porque en el pasado, esas cosas siempre han llevado al sexo. Y ahora que le tengo tanto miedo al sexo, me dan miedo las cosas que lo conducen también.

Pero cuando estamos en un entorno como este, cuando su afecto no conduce a nada, lo anhelo. Me gusta cuando me pone las manos encima. Cuando me besa. Me encanta acurrucarme en el sofá. No sé si nota la diferencia en mí entre nuestra casa y otros lugares. Si lo hace, nunca lo ha dejado notar.

—Terminé —dice Niki. Tiene problemas para volver a poner la tapa en el lápiz labial que acaba de aplicar a mi boca. Lo tomo y lo ayudo a cerrarlo.

Hyunjin me mira desde el piso.

—Maldita sea, Lix. Eso es... sí.

Le sonrío a Niki.

—¿Me hiciste bonito?

Él comienza a reírse.

Me dirijo al baño y me río cuando me miro en el espejo. Estoy convencido de que solo hacen sombras azules para este propósito exacto. Para que los niños de tres años puedan ponerlo en adultos.

Me lavo la cara cuando Hyunjin entra al baño. Me mira en el espejo y hace una mueca.

—¿Qué? ¿No te gusta? Besa mi hombro.

—Te ves hermoso, Lix. Siempre.

Termino de lavarme el maquillaje de la cara, pero los labios de Hyunjin no salen de mi hombro. Traza un suave rastro de besos en mi cuello. El hecho de saber que este beso no me llevará a la sexo-devastación me hace disfrutarlo más que si esto sucediera en nuestro propio baño en nuestra propia casa.

Suena tan jodido. No entiendo cómo sus acciones pueden provocarme respuestas diferentes según la ubicación. Pero en este momento, no voy a cuestionarlo, porque parece que él no lo está cuestionando. 

Parece estar disfrutando.

Se queda detrás de mí, presionándome entre el lavabo y su abdomen mientras pasa su mano por mi cadera y se desliza hacia la parte delantera de mi muslo subiendo hasta la cinturilla de mis pantalones.

Agarro el lavabo y lo miro en el espejo. Levanta los ojos y mira mi reflejo mientras comienza a meter su mano dentro de mis pantalones.

Ha pasado más de un mes y medio desde que inició el sexo. El más largo que hemos tenido. Sé, basado en cómo terminaron las cosas la última vez que tuvimos relaciones sexuales, que está esperando que lo inicie.