Falta poco para el amanecer cuando finalmente llego a mi refugio en el puerto. Con los años me he acostumbrado al olor a moho y humedad. No tendrá el glamour de los vampiros de Hollywood, pero es un lugar seguro donde puedo dormir todo el día sin que los trabajadores me descubran. Y las ratas que deambulan entre los fuelles son
una sólida fuente de alimento en época de escasez. Lo que ha ocurrido hace algunas hora ya es motivo suficiente para que yo no vuelva a intentar cazar por las próximas décadas.Me acurruco bajo los tablones húmedos del piso, cobijado de los primeros rayos de sol del día. Oigo el traqueteo de los primeros trabajadores, los primeros buques encallando, los autos rugiendo en la avenida principal, el mar de voces. Y yo sigo sin conciliar el sueño. La sangre de Hyunjin me ha energizado, las cosquillas no cesan en cada rincón de mi cuerpo, agitándome, enloqueciéndome.
La sangre de Hyunjin bulle, se funde en una sola con la mía en mis frías venas, y me desborda con una sensación que no recuerdo haber sentido ni cuando estaba vivo. Una sed mucho más voraz que la sed de sangre, una lujuria por la sensación táctil, por sentir una vez más la piel de Hyunjin contra la mía. Cierro los y veo los suyos,
resplandeciendo entre la negrura como dos chispas de hielo seco. Lo deseo. Deseo beber su sangre una vez más. Pero también deseo su cuerpo, algo inaudito para un vampiro. Recuerdo como se me había puesto de dura entre sus brazos, mientras yo drenaba la vida pulsante de su cuello de marfil. Recuerdo como me perdía a mí mismo entre sus brazos, recuerdo como nada era suficiente.Nada es suficiente ahora; iría corriendo, bajo la plena luz del sol a reencontrarme con Hyunjin. Daría cualquier cosa por beber de su sangre de nuevo y hasta le dejaría beber de la mía. El acto más obsceno entre dos vampiros, compartir sangre entre los suyos. Siento un cosquilleo entre mis piernas de tan sólo pensarlo. Imagino sus
filosos colmillos hundiéndose en la suave piel de mi cuello, así como su polla entrando en mí y causándome un placer tan doloroso como exquisito.Pero no debo ser ingenuo; ¿Qué o quién es este tal Hyunjin? Mi desconocimiento del mundo vampírico puede jugarme en contra si no actúo con cautela. Es cierto que brindándome su sangre no sólo ha salvado mi vida sino la del muchacho en el club, pero la generosidad desinteresada es algo inexistente. Más aún entre inmortales.
¿Por qué motivo Hyunjin querría ser mi Amo? ¿Por qué elegirme a mi cuando había casi una decena de muchachos, y muchachas, en el club desesperados por su atención?
No tiene sentido que busque una respuesta. De hecho, debería olvidarme de esta noche por completo, agradecer por la sangre y seguir de largo. Pero deber favores es algo que siempre me ha inquietado, y estar en deuda con un ancestral suena mil veces más peligroso, no importa lo que haya dicho Hyunjin. Me hace sentir un poco sucio, pensar que estoy en deuda con semejante vampiro. Y saber que pretende cobrarse siendo mi Amo me hace estremecer. Debería enfurecerme, pero por el contrario, me halaga. Y despierta en mí algo similar a la furia pero mucho más placentero.
Basta.
Estás solo, siempre lo has estado y así es mejor.
La clave para mi supervivencia ha sido manejar mi propia libertad. Un Amo tan sólo me restringiría. Prefiero seguir así, labrando mi propio camino, aunque muchas reglas vampíricas me sean desconocidas.
-¿Seguro que es eso lo que prefieres? -la voz de Hyunjin retumba con suavidad dentro de mi mente.
Otra vez se ha metido dentro de mi cabeza, o tal vez soy yo escuchándolo en sueños. No me importa. A pesar de estar en la oscuridad, cierro mis ojos para absorber cada sílaba de aquella vez aterciopelada. Siento la carne de gallina sobre mi piel fría.
-¿Realmente prefieres pasar tus días en este escondite frío y húmedo, cuando podrías pasarlos entre mis brazos? Mi sangre es caliente, y podría calentar tu piel pálida... -continua Hyunjin, y su voz me provoca una erección.
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Mi Amo Y Señor Vampiro ||Hyunlix||
FanfictionFelix tiene el cuerpo de un muchacho de veinticinco años de edad, pero en realidad es un ser inmortal; un vampiro convertido en contra de su voluntad que merodea el muelle, alimentándose de ratas. Una noche, el solitario Felix decide aventurarse en...