Clase A311 | Shinazugawa Sanemi x TN |

⭐️ II ⭐️

📆 Jueves 30 de marzo.
☀️⏰ 12:00 pm.

Sabía que algo andaba mal con ella.

Durante toda la noche no podía pensar en nada más que no fuera sexo, acariciaba su cuerpo en un intento de relajarse hasta que terminó cediendo a su propia calentura dos veces introduciendo sus dedos en apretada vagina. Tuvo suerte si quiera de que sus padres o su hermana no la escucharan.

Incluso al despertar y meterse a la ducha tuvo que abrir el agua más fría de lo usual para intentar controlar sus hormonas, claramente falló en el intento.

— ¿(T/N)? — Preguntó el oji verde.

— ¿Mmm? Dime, Souta... — Giró su vista de entre los demás alumnos que recogían sus útiles para cambiarse de salón.

— ¿En que tanto piensas? Todo el día has estado sonrojada.

Se avergonzó ante este comentario.

Detestaba el hecho de ser tan obvia cuando sus pensamientos la ahogaban, siempre la delataba su propio cuerpo o su torpe manera al hablar.

— No habrán hecho algo ayer, ¿o sí? — Sugirió esta vez Reika con picardía.

— N-no... no sucedió nada. — Se escudó terminado de guardar sus cosas para salir del salón.

— Es una pena, en verdad sirve para venir con mejor ánimo a estudiar.

— ¡Reika-san!

El chico se echó a reír ante la revelación siendo secundado por la peli negra sin ningún tipo de pudor.

Al encontrarse con sus demás amigos en las escaleras trató de escapar del tema escondiéndose entre los brazos de su novio sin saber que tan buena idea era esto, considerando el estado en el que se encontraba.

— ¿Pasa algo? — Preguntó al verla tan intimidada.

— No es nada.

Afirmó para tomar su mano y seguir con el camino que los llevaría a su siguiente clase con el profesor Rengoku.

La clase de historia siempre se tornaba interesante, más cuando se acercaban los exámenes pues el profesor tenía ciertas costumbres que terminaban por destruir el aula pero asegurar el conocimiento de sus alumnos.

— ¿Recuerdan cuando nos hizo interpretar la Segunda Guerra Mundial?

— Jamás lo olvidaré, Wakaruba no se parecía en nada a Adolf H. — Se quejó la rubia haciendo reír a sus amigos.

— Ni hablar de la conquista española.

— Uh, cierto... Mukago interpretó a Hernán Cortés.
Nuevamente rieron.

— Me siento mal por ella, ¿por qué no pudo darle ese papel a un chico?

— No puedes culparlo, nosotros tampoco sabíamos que era chica al inicio de curso.

— Buen punto. — Llegaron tomando asiento donde siempre esperando la llegada del profesor.

— Tienes razón.
Sentía la mano de Hakuji apretarla ligeramente con sus dedos pensando por un momento de más. Pronto dejó de escuchar la conversación de sus amigos nuevamente sumergiéndose en pensamientos donde su novio la dominaría por completo y podría sentirlo embestirla como tanto deseaba.

— ¡Buenos días clase! — Tenía una voz tan audible que la sacó de su trance.

Tras el pequeño susto que le sacó, su novio besó su mano y tomó asiento donde le correspondía dejándola nerviosa mientras movía inquieta su pie.