Clase A311 | Shinazugawa Sanemi x TN |

⭐️ VII ⭐️

📆 Viernes 28 de abril.
☀️⏰ 14:00 pm.

El vendaje de su pie no le molestaba.

Al menos agradecía que no hubiera sido algo más grave, solo tenía cuidado de pisar bien y no correr demasiado para empeorar el esguince; de ahí en fuera, recordar el recorrido que hizo su profesor con ella en brazos no la dejaba descansar entre las noches.

Su novio estaba molesto por esto.

Argumentó que no había necesidad alguna de que el profesor la tocara y mucho menos de esa manera, tal vez tenía razón, pero considerando que ella no podía caminar intentó razonar con el chico que solo terminó por enojarse aún más.

Faltaba poco para que las clases terminaran.

En la sala de maestros habían pocos docentes, dentro de ellos estaba Shinazugawa, Kocho, Himejima y Kawanami.

Hubo un momento donde la mujer salió dejando sus cosas en su lugar de trabajo, su novio sabía que no debía hacer esto y posiblemente de ser visto lo verían mal.

Sin embargo, algo lo tenía intranquilo.

Se acercó despacio con una carpeta en mano simulando que continuaba con su trabajo viendo su celular bloqueado.

~ ¿Cambió la contraseña? ~

La anterior era su fecha de aniversario.

Al ver que su laptop estaba entreabierta decidió echar un vistazo rápido. Se sentía sucio de hacer estas cosas pero era más su instinto el que le gritaba que algo escondía.

Bingo.

Dio con sus correos notando que la mayoría eran de la universidad y el trabajo hasta que halló el apartado de spam.

Todos provenían de un mismo correo, pudo suponer que se trataba de un hombre.

Las fechas marcaban que le mandaba mensaje desde hace dos meses, ¿sería una propuesta de trabajo?

No era así.

"Debo decir que cada día a tu lado me hace sentir en el mismo cielo. Eres una mujer tan hermosa, tan perfecta que no tengo dudas de caer enamorado antes ti..."

Su mandíbula se tensó y sus manos temblaron al leer los mensajes.

Sintió asco de verlos.

Dejó todo como estaba regresando a su lugar con la ansiedad a tope moviendo desesperado su pie.

¿Desde hace cuánto tiempo le había estado viendo la cara?

¿Cuantas veces se había negado a estar con él para salir con este tipo?

Se sentía mareado, tomó sus cosas saliendo en búsqueda de otro café bien cargado sin percatarse de que alguien lo había visto.

El profesor de cívica notó de inmediato que algo no andaba bien, pero prefirió no meterse entre lo que sucediera en la pareja, aún después de verla desconcertada con su actitud.

— Ah, ¿Himejima-san? — siempre se refería a él con respeto.
— Dime, Kanae, ¿qué ocurre?

— ¿Sabes que le ocurrió a Sanemi mientras me fui? Parece estar molesto. — mala señal.

— Lo siento, pero no vi nada... tal vez está frustrado con todo el trabajo.

— Sí, debe ser eso, muchas gracias.

Le sonrió como siempre.
— No hay de qué.

Las cosas se pondrían feas si le comentaba que su novio había estado husmeando en su laptop y probablemente de ahí hubiera nacido su enojo.