Idénticas | JenLisa

Capitulo 26

Pov Pranpriya

Fue un gran error entrar a la habitación, estaba muerta de la risa viendo a Solar literalmente entremedio de la mesa de noche y la cama. La chica estaba tirada en el suelo con una pierna encima en la cama y la otra en la mesa de noche, es una imagen graciosa. No sabía lo flexible que era y no pude evitar pensar cosas que no son de este mundo.

—¿Qué paso? —pregunte entre risa, ya las lágrimas salían de mis ojos y tuve que llevar mi mano a mi estómago, porque dolía de tanto reír. Solar lloriqueaba y se quejaba en el suelo como toda una niña chiquita, algo que me pareció tierno, pero muy chistoso. Vi su ceño fruncido y mi risa ceso rápidamente.

—No paso nada. Solo que me creí serpiente y trate de meterme aquí, pero al ver el suelo tan cerca de mi cara no dude en ver lo hermoso que era —dijo, sarcástica.

La doctora me miro incrédula por mi pregunta estúpida y yo respondí con otra carcajada aún más fuerte.

—¡Ayúdame, que me caí mientras dormía, tonta! Me duele todo —otro quejido salió de sus labios y está vez me quede mirandola atónita, ¿enserio se callo de la cama? Me pongo manos a la obra y la ayudo a levantarse.

—No te prometo nada, pero tratare de mover esto —

Me acerco hasta la mesita de madera y la tomo de ambos extremos para empujarla hacía atrás. Claro que en el primer intento mis manos la traspasaron, pero lo intente nuevamente con más esfuerzo y pude moverla.

Un poco, pero lo hice.

Estaba emocionada, lo pude hacer y todo con un poco de sudor y tal vez combinado de un pedo, pero nada grave. No fue tan difícil como lo pensé.

—¿Ya viste? —

Solar se levantó con una pizca de molestia, parece que se pego duro en el codo y tenía un moretón en el muslo. Que mujer tan sensible.

Espera, ¿por qué miro su muslo? Aunque que muslos tiene... Maldita sea, ¡y que culo!

Solar chasquea los dedos frente a mi y vuelvo a la realidad.

—Deja de ver mi trasero, atrevida —asiento, avergonzada, y me siento en la cama.

—Me impresione al verte, pero no creo que muevas cosas sea bueno —

—Eso no importa, lo bueno es que tengo otro superpoder —sonrio como toda una maniática planeando su ataque y fijo mi vista a un punto de la habitación. La mirada sería y curiosa de la doctora no se hizo esperar.

—No tienes superpoderes, solo eres un fantasma —

—Ni tinis supirpidiris, ¿eh? Déjame soñar, soy invisible y traspasos cosas —sonrió orgullosa, mientras le saco la lengua.

—Eres una infantil. Espera... —

—¿Qué pasa? —

—¿Encontraste a tú familia? —

No quiero hablar de eso ahora, pero se perfectamente que le tengo que contar en algún momento.

Acomodo mi cabello y asiento.

—Si, fui a la casa de mi papá. Me enteré que aún vive solo... —suspira con nostalgia, al recordar como lloramos, y continuó —, lo bueno es que mi hermana lo está cuidando. Creo que ella lo visita. También me he enterado que habla con mi madre, o la señora que afirmo ser mi madre en el pasado —