Idénticas | JenLisa

Capitulo 29

Pov Pranpriya

Horas antes...

Ahora que sabemos varias cosas sobre Lisa, tenemos que crear un plan. Sé que Chitthip, nuestra "madre", está buscando la manera de conocer a mi sobrina. Esa mujer es capaz de cualquier cosa y lo menos que quiero es que mi sobrinita este metida en estos problemas.

Creo que Lisa aún no lo sabe, por eso planeare algo con Solar.

—Entonces así consiste —comento, sentándome en la cama en posición de loto —Primero te encontrarás con Lisa... ¿Dónde? No sé. Pero iremos por todo Seúl si es necesario —

Solar abrió los ojos perpleja, como si lo que estuviera diciendo fuera una locura.

—Espera, ¿me estás diciendo que no sabes dónde está Lisa y tenemos que ir por cada rincón de Seúl para ver si nos la encontramos por arte de magia? —pregunta, confundida.

Y es que sé que suena descabellado.

—Si, ¿ves que inteligente eres, doctorcita? —respondo, ignorando su pregunta y su leve fruncimiento. Solar cuando se enoja puede ser un poco intimidante —Podemos ir a los lugares que a la gente frecuenta ir, los más públicos. Como el parque y el centro comercial. También podemos ir a la casa de mi viejo —digo, convencida, podía sentir que iba a encontrar a mi hermana... y todo pensamiento se borró con el repentino suspiro cansado que sale de los labios de Solar.

—Bueno, claro. Como Seúl es muy pequeño, ¿verdad? —murmura, sarcástica, a lo que rodó los ojos.

—Lo sé, lo sé, pero por ahora hagamos eso. Lo de poseer aún no sé hacerlo —

—¿Qué pasó realmente?, ¿Anteriormente pensaste en algo? Puede que nos ayude otra vez... —

Desde esa primera vez he tratado de todo para volver a poseer a Solar, pero nada funcionaba. Lo único que recuerdo es que me estaba excitando cuando ví a la doctorcita.

Alce mi vista rápidamente, viendo como Solar me miraba con temor por mi repentina acción.

—Tu... —

—¿Cómo? —

—Ese día te cambiaste en mi cara y no pude evitar verte —Solar agacho la cabeza, escondiendo su sonrojo.

—Me imaginaba cosas indecentes contigo. Lo siento —admito.

—No te preocupes pero, ¿pensaste eso y no otra cosa? —pregunta aún más sonrojada y a la vez con un semblante serio.

—¿Qué culpa tengo yo? Tu te cambiaste frente a mi —ataque, apenada —Me volví loca y mi amigo se excito, ¿qué pecado es querer tocar a una mujer hermosa?

Lo último lo digo más rápido de lo normal, agachando la cabeza y maldiciéndome internamente. Miro a Solar por el rabillo de mi ojo y aprecié su sorpresa. Estaba más roja de li más habitual y todo se quedó en un silencio muy incómodo.

Ya que no me inmute en decir una sola palabra, Solar rompió el dichoso silencio.

—Creo que ya encontré la manera, pero no creo que te guste —habló Solar.