Pase horas en el teléfono contigo
Y mientras mas me enredaba en tu vida, más iba perdiendo yo la mía, y ni siquiera lo sabía.
Entonces empecé a perder, tu sonrisa, tus caricias, tu ternura y mientras te creía fiel, sólo estabas a punto de matarme, el puñal un día lo clavaste y ni cuenta me había dado
Pero la herida comenzó a sangrar y mientras caminaba con el puñal clavado, te vi partir.
Estaba muerta, mientras tú le sonreías, mientras tú la acariciabas, mientras tú te enamorabas de ella, yo estaba muriendo.
Y sólo entonces, cuando te vi con ella riendo, entendí
Que jamás, quisiste ser parte de mi vida, de mis sonrisas, de mis caricias, y mi ternura se murió
Y aunque mi alma vaga a veces con tus recuerdos
Me digo a mi misma... va a pasar.
