Bebé a bordo [JJK X Lectora]

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(__) se encontraba frente a un montón de cartas, más de las que había recibido en toda su vida. Las leyó todas, sintiéndose perturbada por el contenido amenazante que le habían enviado tanto Gojo, Sukuna como Zenin.

Paso sus manos por su cabello, mientras observaba a sus padres.

—¿Entonces qué decisión tomaste al saber sus opiniones? —le preguntó su padre con seriedad.

La menor frunció levemente los labios. Tenía miedo de equivocarse. Nanami le había ahorrado el trabajo de informarles, pero se sentía de alguna forma inconforme con el resultado. Al menos tenía las cartas como evidencia para usarlas en el futuro.

—Quiero tener al bebé. Está bien si hablan mal de mí en este lugar. Haga lo que haga, lo van a hacer de todas formas —apoyó su cabeza con su mano.

—¿Quieres que lo adoptemos? —preguntó su madre.

—No es necesario, mamá. Solo permítanme seguir estudiando —suspiró ligeramente, sabiendo que lo que se venía no sería fácil. Ninguno de los posibles padres resultaba ser lo suficientemente maduro para serlo. En esos momentos, prefería ser madre soltera. Tal vez Suguru tenía razón. No estaban capacitados para ser padres en ese momento. Posiblemente, en el futuro, podrían integrar al padre si quisiera en la vida de su hijo. Pero tanto Gojo, Sukuna como Zenin estaban descartados.

No podía poner en sus manos a su hijo o hija, sabiendo todo lo que habían escrito. Tendría que tener cuidado de encontrárselos en el pueblo. Las advertencias y amenazas no podía dejarlas pasar tan fácilmente, y mucho menos si uno de ellos podría ser el padre del bebé que esperaba.

—Claro que vas a seguir estudiando, señorita. ¿Acaso crees que por tener un bebé se quita el derecho a los estudios? No quiero una hija analfabeta —le reprochó su madre.

—No podría ser analfabeta si sé leer y escribir —señaló (__), con gracia, mientras veía cómo su padre soltaba una leve carcajada.

—Sabes bien a lo que me refiero. No quiero una hija ignorante. Puedes tener un mejor futuro si estudias. Además, no pensamos sostenerte toda la vida a ti y a ese bebé, muy seas nuestra hija o el bebé nuestro nieto —aclaró.

—Entiendo. Entonces me esforzaré más en mis estudios —asintió, motivada, sabiendo que contaba con unos maravillosos padres que siempre la respaldaban.