Capítulo 04

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Era absurdo como de repente, su vida había vuelto a ser lo que era antes, sobre todo porque últimamente se daba cuenta de que ya no le gustaba y se sentía incorrecto hacer muchas de las cosas que antes hacia. Gulf estaba viviendo un momento caótico y confuso en su vida, dudando entre lo que debía hacer y lo que necesitaba, porque aveces, cuando estaba cansado y abrumado, una voz en su cabeza le gritaba bien alto que se rindiera.

Pero, ¿era de verdad una derrota o solo era su cobardía?. Se mordió el labio a la par de una fuerte inhalación, necesitaba enfriar su mente para repasar sus desiciones, pensando con determinación y como un adulto. Debía de hacer a un lado esos temores que seguía allí en su interior, y hacerle frente a esas voces en su mente que le incitaba a retroceder, porque al final de cuentas, no era algo que no había superado en el pasado. Podría volver a hacerlo.

Suspiro y terminó de empacar el resto de sus cosas dentro de la maleta. Vivir una temporada en la casa de sus padres no le vendría nada mal, sin embargo no pensaba renunciar a su departamento porque tenia la seguridad que en algún momento tendría que volver y seguir con su vida como el adulto independiente que era.

Tomaría esto como unas simples vacaciones ya que por el momento estaba suspendido y no tenía un uniforme, además que su capitán fue demasiado claro al decirle que no le dejaría volver al menos que decidiera darle otro rumbo a su vida. Incluso Wade seguia insistiendo en que deberia visitar un psicólogo, sin embargo el orgullo de Gulf no le permitía buscar la ayuda que necesitaba, él creía fielmente que saldría de esto por sus propios medios.

Salió de la habitación, arrastrando su maleta hacia la sala hasta que inesperadamente se escuchó un par de golpes suaves sobre la puerta de su departamento que le hizo fruncir el ceño rápidamente. ¿Quien podría ser?, por un instante penso que se trataria de esa mujer desagradable, puesto que ella era experta en ignorar sus advertencias y aparecer cuando era muy claro en que no quería verla, pero si lo pensaba detenidamente, cuando la echo del departamento, se había llevado la copia de llave que solía esconder bajo el tapete de la entrada cuando se olvidaba la suya en el trabajo, de ser ella habría entrado sin pedir permiso.

Tan pronto abrió la puerta, lo primero que sintió fue la punta del cañon de un arma apuntado directamente en su vientre y luego una mano que cubrio su boca, impidiendole pronunciar alguna palabra. Todo había pasado tan inesperadamente que apenas si tuvo tiempo de preguntarse qué estaba pasando, y cuando al fin pudo reaccionar, intento zafarse del agarre del tipo encapuchado pero no importaba todo esos años de entrenamiento, no le servían de nada cuando había un arma de fuego apuntandole.

– Te voy a soltar pero no intentes hacer nada – le advirtió el tipo desconocido que había irrumpido en su hogar.

Lo inusual fue que Gulf se encontró obedeciendo aquella orden sin objeciones, no trato de moverse ni un centímetros más, simplemente se quedó estático en su lugar, observando como el tipo le soltaba lentamente y dejaba al descubierto su rostro, en el cual había una gran cicatriz que iba desde la altura de su ojo izquierdo hasta su barbilla.

– ¿Estas solo? – pregunto el tipo, observando por todo el lugar, el menor asintió al segundo – Lamento asustarte Gulf, pero tenía que cerciorarme de que no había nadie más aquí contigo.

– ¿Como sabes mi nombre? – inquirió el aludido, frunciendo ambas cejas.

– Eso no es importante – el otro hizo un ademán con las manos y luego le enseño el arma que sostenía – Esta descargada, no iba lastimarte, puedes estar tranquilo.

Gulf suspiro aliviado, claramente no iba aceptarlo en lo absoluto, pero se había llevado el susto de su vida, realmente penso por un instante que el desconocido iba a matarlo o que era algún tipo de asaltante. Sin embargo no podía estar del todo tranquilo en su presencia, ¿quien era este sujeto?, ¿como es que había subido hasta su piso sin llamar la atención?, ¿nadie lo había visto?, ¿ni siquiera el viejo casero del edificio?, eran preguntas que más tarde trataría de disipar.

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