Su cuerpo lleno de golpes que eran visibles a los ojos humanos pero mismos que se callan al verlos, veían como el pobre chico no podía ni caminar bien aún estando así, ignoraron lo que sus ojos reflejaban a alguien necesito de ayuda.
"Salta desde el último piso y así tendrás un Quirk" palabras que constantemente tiempo se repiten sin parar en su mente que crearon dudas o una respuesta a su problema principal, tengo la voluntad de hacerlo kacchan, habló en su cabeza.Sus piernas se movieron por si solas, no entendía lo que estaba haciendo, su propia mente no le dejaba reaccionar, ¿Y si tuviera un don kacchan sería mi amigo?, pregunta tras pregunta sin obtener una respuesta correcta, solo miraba cómo subía unas escaleras y que entraba al techo de un edificio para después ver el cielo casi nublado tapando el brillo del sol, que intenta dar luz pero las nubes no le dejaba.
--Kacchan, ¿algún día podré alcanzarte?--Las lágrimas de nuevo volvieron mojando las mejillas golpeadas.
Dolía y mucho, su corazón ya no quería seguir sufriendo por la vida que le han dado, el no hizo nada malo cuando abrió los ojos al mundo tan cruel que iba a vivir.
Su vida siempre fue de golpes, maltratos e insultos por parte de sus compañeros pero todo eso era aún más doloroso que Katsuki le hiciera eso.
En algunos momentos pensaba que eran pesadillas pero la realidad siempre parecía en su cuerpo, una vez soño estar con kacchan sentados abajo de un árbol de Manzano, un lindo sueño si le preguntan.
--Por que decide aferrarme a una fantasía que nunca se volviera realidad.
Subió los barrotes que tenían en el edificio, respiro por última vez antes de dormir en un sueño entero.
--Katsuki perdóname--cerro los ojos y relajo su cuerpo para que soltará los barrotes y así fue.
El aire pasaba por su rostro maltrato, el viento corría por su cuerpo se sentía frío y húmedo, ¿De nuevo empezó a llover?, Curioso abrió los ojos pero lo que se encontró fue a un rubio llorado con la respiración agitada, lo tenía sujetado del brazo que agarraba con fuerza.
El pecoso miró a los ojos de su compañero, que se encontraban más rojos de lo normal pero si lo viera bien en esos rubis que eran como un fuego intenso que se apagaba con la lluvia, allí entendió que Katsuki tenía miedo.
Aunque el tendría miedo no se comparaba el sufrimiento de lo que paso, sabe que fue su culpa por no nacer con un Quirk por qué si lo tuviera las cosas tal vez serían diferentes.
--Kacchan, por favor sueltame.
--No. . --Agarró con más fuerza el brazo, no lo iba a soltar aunque esté le pidiera que lo hiciera.
--Kacchan sabes que esto es lo mejor. .--Aparta la mirada de dolor que tenía el cenizo de su vista, No quería ser eso antes de dormir.
--No lo es, hicimos una promesa izuku o acaso no lo recuerdas?--Las gotas del llanto de Katsuki cayeron en el rostro del pecoso.
Haciendo que mire de nuevo al cenizo, quién mantenía la cabeza bajada.
--Ese día, íbamos a hacer una caminata por el bosque.
El verano llegó junto con una fuerte temperatura alta pero aún así eso no iba a impedir sus vacaciones con kacchan, su amigo rubio le dijo que a liste sus cosas para hacer un recorrido por el bosque, obviamente no se lo dijo a su madre por qué de seguro no le iba a dar permiso.
La hora había llegado, se aseguró que llevara cosas inútiles para el paseo cómo agua, ropa y medicina solo por si acaso.
--¡Mamá ya vengo!--Gritó para que su mamá le escuchara, ya que estaba en la cocina ocupada.
--¡Ya hijo, ten cuidado!--Sonrío alegre por la respuesta de su madre--¡Si mamá!
Camino hasta el parque en donde le esperaba un rubio enojado por llegar tarde, cuando lo vio corrió hasta el para gritarle por la tardanza de su compañero de aventuras.
Después de ese regaño los dos cachorros entran al bosque muy seguros que nada malo iba a pasar, que mente tan inocente, caminaron por horas hasta llegar a la base como lo dice kacchan.
Su base era como una pequeña cueva de árboles, ya que unos árboles se juntaron y formaron un espacio donde crecieron flores hermosas junto con un río, y para que nadie les robará su lugar especial pusieron sus nombres en el árbol más grande del lugar.
--Deku, deja tus cosas aquí y vamos más allá--apuntó un camino que llevaba a una cabaña abandonada, bueno no del todo.
--Uhm, está bien kacchan--agarra la mano del rubio, quién no la quitó en ningún momento.
Aún eran pequeños para saber que eso lo hacían las parejas enamoradas.
Entraron a la cabaña que parecía mucho más grande al entrar, izuku por curiosidad se separa de Katsuki para irse a un cuarto, caminaba tranquilo hasta ver a un oso dormido en esa aquella habitación.
Se tapó su boca antes de soltar un grito, se mantuvo así un buen rato hasta ver a kacchan buscarlo que gritaba su nombre, el cachorro pecoso no sabía que hacer por qué veía cómo el oso se levantaba poco a poco para después abrir los ojos, ya no pudo más y grito.
--¡Kacchan, corre!--Tomo de la mano a Katsuki, que no sabía que pasaba hasta darse cuenta del oso que les seguía corriendo.
--¡Deku, tenemos que ir a la base de abajo del agua hay una cueva!--Al escuchar eso corrió más rápido pero sin soltar a kacchan, quien decía que el oso empezaba a cansarse.
Cuando por fin vieron la base, soltaron al agua sin preocuparse de la ropa solo de sus vidas, kacchan era quien tomaba el control ahora de la situación, aguantaron la respiración hasta que el oso se fue, salieron con cuidado pero después se empezaron a reír.
En esa tarde se la pasaron muy alegres y contentos, y mucho más cuando llegó la noche, decidieron quedarse unos minutos allí para ver la luna que les daba brillo y calidez.
--Deku, hagamos una promesa--gracias a eso obtuvo la atención del peli-verde--¿cual kacchan?--
--Que siempre estemos juntos--sin importarle nada le da un abrazo y espero una respuesta de su amigo.
--Está bien kacchan, te lo prometo--dice mientras le da acaricias en su cabeza.
[ . . .]
Bueno, llegamos al fin :3
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empecemos de nuevo. (historia dekubaku)
De TodoDesde que supo que izuku no tenía un Quirk empezó a molestarlo haciendo que su amistad desaparecía poco a poco pero cuando de nuevo se vieron en la secundaria, pensaron que sería lo mismo en el jardín de infantes, pero un castigo hizo que volviera e...