Por el alcohol

Después de regresar de esa terrible competencia, los campistas se encontraban reunidos en la amplia sala de James, la cual estaba decorada con luces de colores parpadeantes y música vibrante que llenaba el aire. Entre risas y conversaciones animadas, y no iban a mentir, se notaba que habían estado tomando un poco de alcohol.

La casa estaba hecha un lío, ya que Ellie se encontraba abrazando tiernamente a su novia mientras sus labios se encontraban en un dulce y apasionado beso, ajenas al bullicio de la fiesta. Más cerca del centro de la habitación, se habían reunido algunos de ellos alrededor de la pista de baile improvisada. Entre ellos se encontraban Ally, Connor, y James, moviéndose al ritmo de la música con energía contagiosa. Los tres se reían y disfrutaban de la compañía mutua.

Mientras tanto, en el otro extremo de la sala, Grett y Alec hablaban en un rincón apartado. Su complicidad era evidente en las miradas cómplices que se intercambiaban, mientras algunos notaban la evidente tensión sexual que los rodeaba.

Rato después mientras Lake y Tess compartían su amor en un rincón apartado, Ashley notó que faltaban dos de sus amigos en el grupo. Con una ligera arruga en la frente, se acercó a Ally, quien estaba bailando animadamente junto a Hunter, y le tocó suavemente el hombro.

-¿Sabes dónde están Aiden y Jake?- preguntó la rubia, su voz apenas audible sobre la música.

 Ally detuvo su baile por un momento y miró alrededor, frunciendo el ceño al percatarse de la ausencia de los dos amigos.

-No estoy segura,- respondió la castaña, alzando la voz para hacerse escuchar. -No los he visto desde hace un rato.

Mientras Ashley expresaba su preocupación por la ausencia de ambos chicos, Hunter detuvo su baile con Ally y, con un gesto suave, la tomó de la cintura para hablar con la rubia.

-Creo que probablemente están discutiendo en alguna parte,- dijo el azabache, su voz apenas audible sobre la música.- Ya sabes cómo son, a veces no se soportan el uno al otro.

Ally asintió de acuerdo con una sonrisa irónica, dejando claro que compartía la misma opinión que su novio y con la mano libre, acarició suavemente la mejilla de Hunter.

Ashley asintió con comprensión, reconociendo la tensión ocasional entre Aiden y Jake. Aunque preocupada, confió en el juicio de la pareja, sabiendo que aquellos dos eventualmente resolverán sus diferencias, pero no podía evitar preocuparse, pues conocía la personalidad de Jake.

En medio de la bulliciosa atmósfera de la fiesta, Grett notó el extraño humor de Ashley, por lo que decidió acercarse con delicadeza, preocupada por el bienestar de su amiga.

-¿Todo bien, Ash?- preguntó la castaña con voz suave, sentándose a su lado y colocando una mano reconfortante en su hombro.

-Estoy preocupada por Jake,- confesó Ashley, su voz cargada de inquietud- Nadie lo ha visto, y que Hunter me diga que puede estar discutiendo con Aiden no ayuda.

-Tranquila, no te preocupes tanto,- dijo Grett intentando calmar los nervios de la chica.- Probablemente sea solo una discusión normal como siempre. No tiene por qué convertirse en algo más serio.

-Gracias Grett, pero, cambiando de tema,- Dijo la rubia cambiando su mueca a una sonrisa traviesa, tratando de aliviar la tensión del momento,- ¿qué pasa con la obvia tensión sexual entre tú y Alec?

Grett se sorprendió por el cambio repentino de tema, pero no pudo evitar reírse ante la forma directa en que Ashley abordó el asunto.

-¡Oh, no empieces con eso!- exclamó, con una mezcla de vergüenza y diversión.- Alec y yo somos solo buenos amigos, ¡nada más!