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—¿Mitsuya Takashi?— mencioné.
—Si, ¿Lo haz visto?— Jane dió saltitos emocionada —Hoy me dijo "adiós"—
—¿Es enserio Jane?— la mire mal —Eso es absurdo— solté una carcajada —Cualquier persona te diría eso, no seas tonta y deja de alucinar—
—Lo dices porque no lo conoces, y eso que vamos en la misma escuela, es imposible que no lo hayas visto—
—Asi viviera a lado mío no me fijaría en el, eso es tonto— nunca debí haber dicho eso.
—Creo que me gusta, pero nunca me he acercando a hablarle, a casi todas nos gusta Mitsuya— me miró.
No pude decirle nada y seguí caminando, me quedé pensando en lo que dijo, nunca lo había visto, o talvez si, pero no lo recuerdo, estaba por cumplir 17 años, pero en todo ese tiempo no había tenido novio.
La única amiga que tenía era Jane, que ciertamente de un día a otro empezo a hablarme de un tal Mitsuya, pero no le tomaba importancia porque Jane siempre estaba con cualquier chico que le diera atención o simplemente por capricho, ya antes ella habia tenido problemas con las demas chicas de la escuela por meterse con los novios de ellas, nunca argumente nada sobre eso, después de todo no eran mis problemas.
Si bien es cierto no tenía buena relación con mis padres, ellos se habían separado hace años, papá a veces venía a verme y me mandaba dinero, en cambio mi madre era una mujer ocupada, era una secretaria que a cualquier lugar siempre tenía que estar viajando con su jefe, gran parte de mi vida me crié con una vecina, ya era una señora mayor pero para ella yo era como su hija, de pequeña siempre me regalaba ropa de sus nietas, su esposo había fallecido hace años, sus hijos ya habían formado familias, pero de vez en cuando venían a verla y ella era feliz con eso, mientras que yo le hacía compañía en los días que podía.
Sin embargo, hace algunos meses aquella señora se fue, sus hijos decidieron llevársela a pasar unos cuantos meses con ellos, por lo que me quedé sola, pero me hacía feliz que ella estuviera con su familia.
Ya era hora de salida por lo que me dirigí al baño a lavarme la cara, tenía demasiado sueño, hacía un sol tremendo que solo hacía que quisiera desmayarme del calor. Llegué al baño y lave mis manos y moje mi rostro.
Salí del baño y mire que las demás personas ya se estaban yendo, yo haría lo mismo, Jane se fue con su novio, porque si, ella tenía novio.
Al salir el viento chocó mi rostro y eso se sentía bien, mi casa estaba a 30 minutos caminando, no había nadie allí así que podía llegar a la hora que quisiera.
Pase por una tienda a comprar algo para mí comida, compré algunos fideos y refrescos y salí.
Cómo siempre, todos los días eran iguales, me preguntaba ¿Cuándo cambiaría eso?
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Era de mañana así que salí de casa algo apurada, pues me había quedado dormida, sali corriendo a tomar el autobús.
Estaba a 2 minutos de ser las 7 de la mañana, baje del autobús y sali corriendo, entre a la escuela y subir corriendo las escaleras hasta llegar a mi salón, para mí mala suerte este estaba hasta el cuarto piso, recién iba al segundo piso, no mire bien y de un momento a otro choque con alguien, enseguida caí al suelo y la otra persona también.
