1 Wilhelm

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Por primera vez, siento alivio. Estoy con mi novio, en el sillón de mi casa. Nuestra casa. Aunque mi alivio es bueno, me siento horrible por dentro. No sé porque, si soy feliz. Aunque estoy agradecido, recuerdo las palabras del psicólogo del instituto: "Una parte de estar agradecido, puede implicar sentir culpa, como si tienes una deuda que pagar". Y, es exactamente lo que siento.

Simon se dirige hacia mi, al notar que estoy callado hace ya mucho tiempo, lo cual es raro de mi. De este nuevo yo, sonriente y chistoso. Al menos por fuera.

- Wille, ¿estás bien? - pregunta.
Nunca compartimos mucho nuestros sentimientos internos, o al menos yo no. Soy ese novio que siempre te ayuda con tus problemas, te escucha, pero cuando se trata de los suyos, evita.
- Si, muy bien. - sonrio, con dientes.
- Te noto raro. - insiste.
Le estoy por contar, cuando viene Sara, mi cuñada.
Si, estoy raro, y me siento como la mierda. No tengo contacto con mis padres, ni con familia, ni con amigos, mi ansiedad aumenta cada vez más, y lo oculto como si fuera un tesoro.
Una vez Sim le abre la puerta a su hermana, finjo estar feliz, y me seco los ojos húmedos.
- ¡Sara! - la abrazo. - Tanto tiempo sin vernos, ven a la cocina, siéntate.
Estoy por seguirla, cuando mi novio me tira de la mano, tocando mi frente.
- Estas hirviendo, y muy pálido. - me dice.
Acaricio sus rulos, le sonrio en señal de, estoy bien, y vuelvo con Sara.
Nos quedamos hablando, riendo, al parecer Sim ya se olvidó de mis problemas, lo que me parece excelente, hasta que...
Tengo ganas de vomitar.
- Voy al baño, disculpen. - aviso, y me marcho.

Entro al baño, cierro la puerta con traba, y largo todo. Me siento demasiado mal, me duele todo, y estoy temblando. Me miro al espejo, e inseguridades aparecen. Mi cara, mis dientes, mi todo. Yo, ¡Yo no era así! Estoy vestido horrible, el pelo está demasiado corto, los tatuajes me perturban. ¿En que mierda me convertí? En una persona libre. No, no, no. No tenía derecho a ser libre. La monarquía.... era mi deber. August todavía no asumió, la prensa no habló. No merezco ser feliz. Soy de metal. Soy falso. Soy un monstruo. Soy todo lo que juré destruir.
De repente, estoy llorando desconsolado en el piso, sin parar, no puedo respirar. Tengo calor, demasiado calor. Mi nariz comienza a sangrar, pero no me derrumbo. Intento caminar, pero sigo llorando. No puedo seguir solo. Le escribo a Simon, como puedo.
"No merezco ser feliz, Sim. Soy una mierda. Estoy lejos de estar bien. Tengo ansiedad. Mucha ansiedad. Ataques de pánico, inseguridades. No tengo nada. Perdón por existir. Perdón por mentir. Pero es la verdad, así es como me siento. Te amo. "
Al segundo, lo lee. No quiero que me vea despeinado, cubierto de sangre, pero a la vez si. Quiero que me vea. Que vea al verdadero Wihlem.
Abre la puerta.
Aunque ya no siento más nada.

Young Royals fanfic 4tempDonde viven las historias. Descúbrelo ahora