Capitulo XXXIV | Quédate conmigo

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Finales de octubre


-Son dos pinturas.-Yoongi se acerco luego de corroborar la carga.

-¿El artista?-Pregunte.

-La famosa pintura del "El beso" de Gustav Klimt. Fue robada hace casi dos años de un famoso museo en Viena.

-¿Y la segunda?

-"El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli. Esta ha estado perdida por años.

-¿Quien la tenia?

-Estaba en Canadá, un apostador la adquirió como recompensa luego de ganar una jugada de póker, el perdedor no pudo pagar en efectivo y le dio esta pintura que roza el valor neto de los 1 234 00 de dólares.

Asentí en respuesta.

-Bien, hagamos el protocolo....-Observe las pinturas con detenimiento justo cuando el teléfono de Yoongi sonó, este lo saco de su gabardina y lo llevo a su oído.

-Habla Min....

Lo observe con neutralidad al no escuchar que él respondiera a la llamada y entonces fruncí el ceño cuando lo vi rojo. Él solo se ponía escarlata cuando estaba furioso.

-Bien.-Respondió y colgó la llamada.

-¿Que ocurre?-Pregunte neutro.

-Encontraron a Aaron.-Y entonces enfurecí también. Ni siquiera hace falta mencionar que salimos directo a mi auto y subimos dirigiéndonos hacia el lugar donde le habían indicado a mi socio que se encontraba esa maldita rata.

|....|

-¿Como no lo imagine?-Dije imparcial al detenerme frente al maldito bar.

Era un bar de mala muerte, por fuera se veía acabado, pero siempre fue así ese bastardo, hacia una pantalla mediocre para ocultar sus malditos negocios sucios.

Yoongi y yo cargamos nuestras armas y bajamos del auto. Mis custodios nos habían seguido desde los depósitos. Las malditas pinturas me importaban un carajo ahora mismo.

Hoy cobraría mi venganza y eso seria lo mas lucrativo.

Caminamos despacio empuñando el arma por lo bajo, les indique con la mano a mis escoltas que rodearan el lugar y Yoongi y yo nos colamos por la puerta trasera. Esta estaba en un callejón húmedo lleno de charcos, había un deposito de basura desbordándose y mal oliente, y una reja que dividía la calle al final del corredor.

Cuando llegamos a la puerta pegue mi oído intentando averiguar cualquier señal de vida del otro lado. Asentí a Yoongi cuando note el terreno libre. Retrocedí y entonces patee la puerta abriéndola de inmediato. Yoongi entro primero apuntando su arma, yo lo seguí con mi arma por lo bajo. 

Entramos despacio observando todo detenidamente.

-¿Esto?...-Susurro Yoongi cuando nos dimos cuenta de que era un almacén de lencería, había batas de seda, y ropa interior femenina por todas partes, no parecía un camerino, solo una especie de armario sobrepuesto.

-Mierda.-Escupí furioso.

-Es un maldito burdel.

Y ambos sabíamos a que se refería Yoongi, Aaron continuo con el maldito negocio de trata de mujeres.

-¿Que mierda hacemos?-Hablo Yoongi enfrentándome.-Si esto se vuelve un atentado, alguna de ellas podria salir herida.-Me tense en respuesta y suspire furioso.

Mía | Jeon Jungkook [ + 18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora