𝓜𝒓. 𝑽𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆 ₊˚⁺ /𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙/

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Felix y algunos compañeros, además de Matthew y Yewon, se adentran en ese callejón. Van con cuidado y precaución, unas linternas y bien armados con gas pimienta, bombas de humo, pistolas y algunos cuchillos o navajas, sin olvidar la pistola de electrochoque y las esposas. Un poco de todo. Bien tapados con una máscara. Él tiene aparte jeringas conectadas mediante un tubo a unas bolsas de plástico para poder sacar el máximo posible de sangre.

Está oscuro, no se ve casi nada. Matthew enciende una linterna.

Llegan al lugar. Es como un garaje, con un camión comercial aparcado. Las puertas están abiertas, para su suerte.

Christopher, Yuisa y JeongEui, entre más; se han dedicado a rastrear la red y entrar a ella para lograr encontrar bastante información. Podrán desactivar las cámaras de seguridad.

Sin titubeos, da un paso dentro. Tienen un pequeño pinganillo para poderse comunicar si hay alguna emergencia o anuncio. Ya tienen todas las posiciones distribuidas, y cada uno está a un lado diferente. Algunos entrarán al camión (rompiendo la ventana) y pincharán las ruedas, otros vigilarán, un grupo irá por detrás... Se expandirán.

Se detiene un momento para estirar el cuerpo. Sube su máscara, ya que no puede respirar bien. Tiene la gran ventaja de olisquear la sangre, si es que hay alguien que le bombea rápidamente. Está aprendiendo a detectar el tipo por el aroma, pero es bastante complicado ya que los antígenos de la sangre son microscópicos y se encuentran en su parte sólida.

Y Hyunjin de concierto con su hermano en Atlanta...

Respira hondo. Le da un poco de angustia que por su falta de práctica salga algo mal.

Trae guantes con la punta de los dedos cortada para sus uñas. Le encanta lo atentos que son con él, Nana y Kotoko son unas dulzuras. Takuto, el subjefe, también es increíblemente amigable para estar en un puesto muy poderoso de una banda criminal y terrorista.

Gira a observar el lugar. No hay nada interesante, solo es un un lugar de aparcamiento con algunas cajas.

Se adentra aún más. Un gran almacén de cajas en estanterías industriales.

Carga el puño y destroza una. Dentro hay explosivos. Guarda una granada en su riñonera de hombro.

Supone que sus oponentes están en algún lugar reunidos.

Camina ligeramente por el pasillo lleno de humedades. Hay algunas salas que ignora por completo, ya que no hay nada que le vaya a interesar.

Le llama la atención una escalera en medio del pasillo que se dirige hacia abajo. Agudiza el oído.

Hay voces, ¿pero son los que tiene que matar?

-¡Eh, tú!- sale de su mundo.

Da pasos atrás. Mete las manos en sus bolsillos y agarra su querida navaja.

El hombre que le llama corre hacia él. Empuña fuerte el arma, pero él solo actuará con fuerza bruta.

Gracias a lo ligero que es, el chico fuerte puede agarrarle el brazo. En un quejido, clava el filo y lo arrastra hasta su muñeca.