#1 | Armin

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Advertencia: Ninguna
Palabras: 485

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Poso mis libros sobre el escritorio demasiado fuerte causando un pequeño estruendo y recibiendo miradas de reproche de algunos estudiantes que se encontraban en la biblioteca. Con una mirada de disculpa me siento en la silla, dirijo una pequeña mirada a Armin, sentado justo frente a mí, y abro uno de los libros para comenzar nuestra investigación.

Tras aproximadamente 30 minutos de incómodo silencio, bufo algo molesta y me cruzo de brazos mirando fijamente a Armin. Éste, al notar mi mirada, levanta su cabeza observándome.

-¿Qué? -Cuestiona seco.

-"¿Qué?" ¿Solo vas a decir eso?

-No tengo nada que decir.

-¿En serio, Armin? ¿No piensas siquiera dirigirme la palabra?

-He terminado. Nos vemos en clase. -Recoge sus cosas, y bajo mi mirada atónita sale de la biblioteca.

Oh no, a mi no me vas a dejar así plantada. Me levanto de mi silla y dejando todo sobre la mesa y a paso apresurado salgo detrás de él.

-¡Armin!.-El pelinegro frena su paso en seco y se gira a mirarme. - ¡¿Se puede saber qué te pasa?!

-¡¿Qué me pasa?! ¡¿Quieres saber qué me pasa?! ¡Tú me pasas! Te fuiste, desapareciste y ni siquiera diste explicaciones, ni un mensaje, ni una carta, ni siquiera te despediste!

-Vale, se que hice las cosas mal, ¡pero tenía que irme! Mis padres encontraron trabajo en otro sitio y yo debía irme con ellos.

-¿Y no despedirte era uno de los requisitos para el viaje? -Me reprocha y siento mi corazón encogerse dentro de mi pecho.

-Escucha, sé que no hice las cosas bien, pero tengo mis motivos. No era capaz de despedirme, no era capaz de mirarte a los ojos y decirte que me iba a ir y no nos volveríamos a ver durante lo que probablemente fueran a ser muchos años.

-Pero si te despediste de Alexy, de Rosa. ¡Hasta de Castiel!

-¡No es lo mismo! Armin, te quería, y te sigo queriendo! Pero despedirme de ti nos iba a doler a ambos de la manera más horrible de lo que jamás algo nos ha dolido...

-¡No me importa! Sucrette, estábamos juntos! Nos debíamos lealtad, confianza y sobre todo sinceridad! No te importó él como yo me fuera a sentir si simplemente desaparecias como si nunca hubieses existido. ¿Esa es la forma que tienes de demostrarle a las personas que les quieres?

-No, solo pensé que sería más sencillo para ambos si lo hacía de esa manera...

-Si, tu siempre piensas pero nunca aciertas. Sucrette, enserio, esto se acabó hace mucho tiempo, déjalo así.

Se da media vuelta y comienza a caminar. Con un nudo en la garganta y aguantándome las ganas de llorar, le veo alejarse hasta que simplemente desaparece de mi campo de vista. La había cagado, era completamente consciente de ello y ahora era yo la que sufría y aguantaba todo el dolor que en su momento le había provocado a él. El karma, supongo.

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