En la cafetería de la esquina

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Como trabajo final de la materia de Educación Física, los estudiantes del último año del Liceo en el que estudiaban Nancy y Edaj tenían que hacer un intercambio deportivo con otro Liceo.

-Escuchen chicos, Les decía el director del Liceo a los estudiantes de Último año. -Deben informarles a sus padres de esta actividad, además deberán llevarles una carta que se les entregará a cada uno de ustedes para que ellos la firmen como muestra de autorización o consentimiento a dicho evento, ahora bien el estudiante que no acuda deberá tomar una prueba especial para poder ser evaluados.

-Como que no me llama mucho la atención esta actividad, Le dijo Edaj a su amiga mientras se dirigían a casa, -prefiero mejor la prueba.

-Ay noo, vamos a participar, nos servirá de distracción y no tendremos que estudiar para esto, le reprochó Nancy.

-Analizaré bien la situación, pero como que no me motiva.

Llegó al fin el día del primer encuentro deportivo y los estudiantes anfitriones debían recibir a los visitantes y encargarse de ubicar a cada uno de ellos en el lugar que se hospedarían.

-Amiga no se porque te hice caso, debí quedarme tranquila en casa, le reprochaba Edaj a Nancy al momento de dirigirse a recibir los estudiantes que participarían en el torneo. Cada estudiante anfitrión iba a tener a cargo por lo menos 10 estudiantes, debían ubicarlos en cuanto a hospedaje y también encargarse de que su estadía fuera sin contratiempo ninguno.

-Oye te estas quejando demasiado, le reprochó Nancy. -Ya estamos involucradas en esto, lo único que podemos hacer es hacerlo bien, al momento de guiñarle un ojo. 

Edaj con el pesar del arrepentimiento y Nancy con la euforia de la emoción empezaron a hacer su trabajo , cada una tendría encomienda diferente.

-Nos vemos en un rato, se dijeron al separarse y se fueron a ocuparse de sus asuntos.

-Señorita me puede decir donde está ubicado esto?, Le preguntaba un joven al momento de enseñarle un papel con unas instrucciones. La joven estaba tan atareada con todos los papeles que tenía delante de ella, que no levantó la cabeza solo se limitó a indicarle a la persona que le solicitaba la ayuda, donde debía ir. Una vez se fue la persona Nancy continuó con lo que estaba haciendo. Ya se sentía un poco agotada, pero aún le faltaba ubicar unos cuantos estudiantes. 

-Debí llevarme de Edaj y quedarme tranquila en casa aunque tuviera que tomar la dichosa prueba de evaluación. Pensaba Nancy mientras organizaba unos documentos que tenía en una pequeña mesita que utilizaba como escritorio. Al cabo de unos minutos terminó lo que estaba haciendo y se dirigió a donde estaba su amiga. Terminado todo salieron del Liceo y se dirigieron a una cafetería que estaba cerca de allí.

 -Como te hiciste con todo este trabajo? Preguntó Nancy a su amiga. 

Justamente cuando Edaj se disponía a contestarle a su amiga quedó petrificada por lo que estaba mirando, dentro de la cafetería había ya un grupo de estudiantes de los que iban a participar en el torneo deportivo. 

-Eeey niña contéstame, le decía Nancy a su amiga que continuaba sin responder. En ese instante afloraron recuerdos de pequeñas situaciones que la hicieron estremecer, tantas veces había imaginado y soñado como sería todo que ahora llegado el momento no sabía que hacer.

Inmediatamente todo había quedado en silencio, a su alrededor no había nada, solo esos hermosos ojos que le estaban penetrando el alma desde que apareció en la puerta, no sabía que hacer, pasaron tantas cosas por su mente que no podía distinguir si era realidad o no.

-Nancyyyy! Nancyyyy! ese es, solo atinó a decir Edaj. Sentía como si estuviera flotando en las nubes.

-De que me hablas muchacha? te estoy preguntando como te hiciste con todo este trabajo que nos dieron. Nancy estaba muy ajena a todo lo que su amiga le intentaba decir.

Uno de los chicos que estaban en la cafetería las invitó a sentarse en su mesa. -Oye guapa tu y tu amiga pueden sentarse aquí, vengan así nos empezamos a conocer, le dijo al tiempo de hacerle un espacio y ofrecerle unas sillas a ambas. Nancy estaba tan entusiasmada y animada a hacer nuevos amigos que no prestaba atención a su amiga. De repente Edaj sintió que alguien la agarraba por la cintura para acomodarla en la silla, aquel contacto de aquellas manos con su cintura la hicieron estremecer, se sentía en otro mundo, como si un millar de mariposas revoloteaban en su interior.

-Disculpen chicos, se escuchó de repente un silbido. Pero deben dirigirse todos al liceo, allá se les darán unas instrucciones, de nuevo se volvió a escuchar el silbido.

Entre lamentos y risas fueron saliendo uno a uno de la cafetería dirigiéndose al liceo. Nancy y Edaj que no tenían nada que hacer allí se fueron a sus respectivas casas.



Contigo al fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora