Capitulo 17.

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Palacio Real - Imperio Akatsuki.

El clima todavía estaba oscuro y llovía constantemente.

E incluso, la llovía en toda la capital.

Muchas personas se habían detenido para mirar el clima.

Ya que era raro que algo así sucediera de un momento a otro.

Y la única razón para que esto pasara es que su majestad, Marcus, estaba triste.

Ya que también podian sentir la tristeza en el ambiente.

Muchas personas empezaron a hablar entre ellos, para tratar de descubrir que que había pasado.

Ya que hace una hora, su señor había vuelto y estaba de muy buen humor.
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Mientras tanto Marcus se había movido de su lugar y se había recostado sobre una de las raíces del Árbol del Mundo.

Ahora se encontraba con la mirada triste y deprimida, mientras mirada hacia el cielo.

El agua de la lluvia caí constantemente sobre el y se deslizaba por todo su cuerpo.

Mientras limpiaban las lágrimas que se derramaban de el.

Si presencia no se parecía en nada, al cruel y frío emperador de antes.

Que ordeno partir el Reino de Mismede como si nada o el que ordeno tomar todo el territorio de la Teocracia de Ramissh.
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PASOS!

Marcus no reaccionó a la llegada del instruso.

Su estado era muy melancólico y triste.

PASOS!

Los pasos sonaron más cerca, hasta que se detuvo.

DETENIDO!

La persona no era otra que Albedo, el cual como guardian del Imperio.

A estado cumpliendo su deber y ahora viendo que el estado de su señor se deterioraba más y más.

Decidió intervenir.

Marcus simplemente se quedó sin reaccionar a su llegada.

"..." -Albedo no dijo nada y solo lo miro.

"Si tienes algo que decir, entonces dilo y vete" -murmuro Marcus con melancolía.

"Sabes... Desde el momento en que llegaste al pueblo hace unos años, tuve el impulso de expulsarte de inmediato, pero..." -dijo Albedo mientras recordaba el pasado y miraba hacia el cielo.

"No lo hice, ya que mi instinto me decía que lo pagaría muy caro y que mi impulso era solo un prejuicio de mi tiempo como aventurero" -dijo Albedo con calma, entonces llegó y se sentó al lado de Marcus.

El cual había recobrado algo de sobriedad y escuchaba con atención, pero sin dejar de mirar a la lluvia que caía.

"Entonces me dispuse a observarte y a medida que pasaba los días, semanas y meses, me fuiste demostrando que mi instinto estaba en lo correcto y que no debería usar las experiencias de otros para decidir, aún cuando sean seres queridos" -dijo Albedo como mucha experiencia y conocimiento.

Un destello de realización golpeó a Marcus, haciendolo volver en si y mirara a Albedo con mucho significado.

El era el hombre con más experiencia y conocimiento de todo el imperio e incluso sospecho de que puede ser inmortal y ser más viejo de lo que podría suponer.

Esa era la conjetura de Marcus en todos estos años de conocerlo y volverse su aprendiz.

"Dime ¿Que es lo que tú instinto te dice? Mi buen aprendiz" -pregunto Albedo con una pequeña sonrisa en su cara.

isekai wa smartphone: El ascenso de un imperio en Donde viven las historias. Descúbrelo ahora