Fugu

• u n o •

"Los diálogos del principio son en Inglés y a partir del diálogo que empieza con cursiva serán en Japonés"

Japón

Akira Shinoda

Estamos en la bodega de un puerto oscuro y desierto.

Las luces parpadean, y el leve sonido de las olas golpeando el muelle se mezcla con el sonido distante de una sirena de barco.

El ambiente es tenso y cargado. Alrededor de una mesa de madera desgastada se encuentran varios de mis hombres, conmigo en el centro de la mesa.

Del otro lado están Nikoloz y Levan que me miran con un semblante serio. Saben por qué estamos reunidos aquí.

El conflicto surge a raíz de la reciente expansión de su territorio hacia una zona bajo mi control.

Nikoloz y Levan han sido los encargados de esta expansión, pero han actuado de manera diferente, generando fricciones.

Nikoloz optó por la negociación con algunos líderes menores del área, mientras que Levan eligió la fuerza bruta, colocando a sus hombres en puntos claves y enviando mensajes intimidantes.

—Nikoloz y Levan, necesito entender qué está pasando en el Este. Las ganancias han disminuido y los reportes de violencia se han duplicado.

—He intentado negociar, mostrarles que podemos coexistir. Pero Levan cree que solo podemos conquistar con intimidación.

—¡Negociar es una muestra de debilidad, Nikoloz! La gente allá solo respeta la fuerza. Cada concesión que haces nos hace ver débiles.

Escucho en silencio, mi mirada pasa de uno a otro, sopesando sus palabras. Finalmente, me vuelvo hacia Takeshi.

—Takeshi, ¿qué opinas? ¿Es la fuerza nuestra única respuesta en este caso?

—La fuerza puede traer resultados rápidos, pero también genera enemigos que buscarán venganza. La negociación puede ser lenta, pero construye alianzas a largo plazo —toma una pausa—. Sin embargo, en este escenario, quizás una combinación de ambas sería prudente. Mostrar fuerza inicial para establecer presencia, seguido por negociaciones controladas.

Asiento, reflexionando. Me dirigo a Cailen, un sueco que se a vuelto muy allegado a mí.

—Cailen, aumenta la seguridad en el Este y dile a nuestros hombres que, por ahora, refuercen nuestra presencia. Nikoloz, Levan trabajaran juntos. Nikoloz, negociarás bajo la supervisión de Levan. Levan, actúa con prudencia y no escales situaciones innecesariamente.

Nikoloz y Levan intercambian miradas, la rivalidad palpable, pero ambos asienten.

Estoy por levantarme e irme, pero un nervioso Otani se me acerca.

—Señor, hay una cuestión financiera urgente. El dinero que hemos invertido en algunos negocios no ha tenido el retorno esperado. Necesitamos recortar gastos o buscar nuevas fuentes de ingresos.

Otani es mi financiero, un hombre que a dedicado sus últimos diez años para mí.

—Otani, esos negocios son estratégicos para nuestra expansión. Reduzcamos los gastos superfluos y centraremos nuestros recursos en las operaciones más prometedoras —me levanto, arrastrando la silla, siendo lo unico que se escuche en la bodega—. Takeshi, encárgate de revisar nuestros activos y asegurarte de que estamos manejando nuestras inversiones adecuadamente.

Con las decisiones tomadas, doy por terminada la reunión.

Mis hombres se levantan, siguiendo mi paso. La tensión es palpable, pero la estructura de poder se mantiene firme.