Capitulo 1. Mi vida se acabo

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Cuando crees que todo ha acabado, a veces todavía hay un hilo de esperanza.

Orden de desahucio de la propiedad con el número 15....

Dejo el papel sobre la mesa y me despido de toda mi vida, tengo una maleta preparada con la poca ropa de la que dispongo y algunas fotos.

Hasta hace unas horas pensaba en empezar de cero en otro lugar, pero a dónde voy a ir, si ni quiera tengo para pagar una comida.

Me siento en el viejo sofá con la cuchilla en la mano, la pongo sobre mi muñeca izquierda y la presionó... El dolor no es tan grande como pensaba, mi líquido vital comienza a abandonar mi cuerpo...

Cierro mis ojos y recuerdo cómo era todo hace un año...

--- Gabriela solo estaremos fuera un par de días, recuerda no debes hacer ninguna fiesta...---

--- Sabes que ella es un chica muy responsable --- responde mi padre guiñándome un ojo.

....

--- Señorita Gabriela Santos el vuelo de sus padres sufrió un accidente, lo sentimos mucho... ---

....

Cartas y más cartas de impagos. La empresa de papá dió a quiebra sus socios antes sus mejores amigos desapareción dejándome a mi un sin fin de deudas.

Todos los que un día fueron mis amigos poco a poco se fueron alejando de mí. Nadie quería tener que hacerse cargo de una chica de dieciocho años.

Deje la universidad y busque trabajo pero apenas si esos trabajos me daban para comer. Primero cortaron la luz, después el gas y por último el agua.

Los proveedores me asediaban y lo único que me quedaba también me lo quitaron, mi casa.

....

Escucho un pitido, abro los ojos y veo una notificación en mi móvil. Intento cogerlo pero mi mano izquierda está inmóvil.

Me levanto mareada y cojo un trapo de la cocina, lo envuelvo con dificultad y lo presionó. Parece que deja de brotar sangre. Ni si quiera soy capaz de hacer algo tan simple, bien.

Supongo que debería ir al consultorio médico pero si fuera me ingresarían en la planta de psiquiatría y aunque por una parte está bien porque tendría un techo y comida sobre mi cabeza por otra solo sería temporal.

Miro mi móvil y abro el correo, el remitente es desconocido para mí pero en el asunto dice su vida cambiará.

Sonrió y me regaño a mi misma, sino hubiera mirado el móvil ya estaría en paz.

Abro el correo y comienzo a leer:

Señorita Gabriela Santos hemos sabido de su delicada situación y por eso le proponemos algo que creemos pueda ser de su interés.

Mi representado le ofrece una propuesta de matrimonio, si acepta le serán subsanadas todas sus deudas.

Cualquier duda le será resuelta mañana en la dirección abajo indicada.

Matrimonio bajo contrato ( Pausada )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora