No he dicho ni una sola palabra y el tampoco me ha dicho nada a mí. He de decir que es un hombre perfecto, no se puede ser más perfecto. Esa camiseta blanca que se le ajusta perfectamente a su torso y brazos musculados, ese pantalón vaquero desgastado que resalta su trasero.Hay Dios! Espero que no haya notado como lo he estado mirando. Después de comer he salido a alimentar a las gallinas y los he dejado solos para que puedan hablar tranquilamente.
Tardó todo el tiempo que puedo y más, no se qué decir,ni que hacer. Si esto hubiese pasado el día en el que me casé igual habría sido más fácil.
Bueno más fácil si hubiese sido un hombre mayor y poco atractivo como creía que sería. Pero ahora estoy demasiado nerviosa.
Después de un rato me decido a pasar, hace demasiado calor y no voy a conseguir nada más que enfermarme por un golpe de calor.
Paso al interior y escucho como le dice a la abuela que le gustaría tomar café. Miro mi monedero y veo que solo tengo veinte céntimos. Igual los padres de María tienen, salgo de nuevo de la casa y camino bastante. Su casa aunque esta dentro de la propiedad está bastante alejada.
Gracias al cielo tienen un paquete, mañana se lo devolveré ya es cuando me pagan mi asignación.
--- Dónde estabas? Estas sudando y colorada ---
--- Fui donde los guardeses a por café, no te preocupes estoy bien solo necesito un poco de ag...---
Escucho a la abuela llamarme, abro los ojos y estoy en el sofá tumbada. Tengo el ventilador cerca y un paño húmedo sobre mi frente.
--- Qué ha pasado?---
--- Has sufrido un golpe de calor y te has desmayado, gracias a que Jorge estaba aquí y te ha traído al sofá ---
Qué! Me ha cogido el brazos, que bochorno estoy sudada y debo de oler fatal. Unas duras palabras me sacan de mis pensamientos.
--- Eres boba o te falta un hervor, que haces a las cuatro de la tarde al sol---
--- Jorge! Tu si que eres estúpido. Salió para buscarte café ---
Me mira arrepentido, pero no necesito que me siga mirando así. Si antes me sentía avergonzada ahora me siento estúpida y con unas ganas enormes de llorar.
Me levanto y salgo corriendo hacia mi dormitorio, me tumbo en la cama y lloro desconsolada.
No es que nunca me hayan regañado o me hayan faltado el respeto pero esta vez quería hacer algo bueno y que él se sintiera a gusto. Pero veo que me equivoqué, el no me conoce y sino fuera por las deudas y la abuela pediría el divorcio. Ojalá lo pida él.
--- Estás bien niña? ---
Limpio las lágrimas de mi rostro y me siento sobre la cama.
--- Si abuela, es que estoy un poquito sensible después de lo del desmayo ---
--- No tienes que ponerme excusas, a veces no mide sus palabras pero es que realmente estaba preocupado por ti ---
Asiento con la cabeza, pero dudo sinceramente de la última afirmación.
Paso el resto de la tarde en el dormitorio, no me siento con fuerzas para verlo.
A las ocho salgo al fin, hay que preparar la cena y no puedo alargar más mi encierro.
Me dirijo hasta la cocina, abro el congelador y veo que solo tenemos judías verdes y unas croquetas congeladas.
Bueno no es la mejor cena del mundo pero hay suficiente para los tres. Igual no se queda a cenar y no necesito sacarlo todo.
Salgo de la cocina y voy hasta el salón, allí está la abuela y él.
--- Eh, Jorge se va a quedar a cenar?---
El levanta la cabeza y asiente. No soy capaz de descifrar su respuesta. Me volteo y camino de nuevo hasta la cocina.
--- Espera no prepares nada, vamos a cenar fuera ---
Recojo todo y lo vuelvo a guardar en su lugar. Camino hasta el dormitorio y me pongo unos short negros, una camiseta blanca y mis bambas blancas. Me hago una trenza y me pongo un poquito de colonia, solo un poquito porque no me queda mucha y no se si podré comprar otra. Que el esté aquí no significa que las cosas vayan a cambiar.
Salgo hasta el salón y veo a la abuela muy elegante, creo que es el mismo traje que traía puesto el día que la conocí. En cambio él porta un traje negro, si con los vaqueros ya era atractivo ahora lo es todavía más.
Me doy cuenta de que yo no pinto nada en esa cena, no tengo ropa elegante y no les quiero hacer pasar bochorno.
--- Están muy elegantes espero que lo pasen bien, no me siento demasiado bien así que no quiero estropearles la cena ---
--- Entonces porque te has arreglado, sino ibas a venir ---
Me quedo callada, la abuela sabe que este pantalón y camiseta solo me lo pongo cuando salimos a tomar algo, no para a ir al trabajo y menos para quedarme en casa.
--- Coge tu bolso que nos vamos ---
--- Abuela no ves que ni siquiera a sido capaz de arreglarse, todo el mundo nos va mirar ---
--- Y tu no ves que esto es lo mejor que tiene, si ella no va yo tampoco ---
Una lágrima traicionera recorre mi mejilla, esta es la segunda vez que me ha humillado y lo peor de todo es que ni siquiera soy valiente para contestarle.
Salimos al exterior y me dirijo hacia mi coche.
--- Dónde vas?---
--- A por mi coche, no quiero llegar y que no me dejen entrar a donde sea que vayamos, luego me tocaría regresar andando o esperar en la calle...---
--- Por qué dices eso Gabriela? Yo nunca te dejaría en la calle ---
--- Pero él si... --- respondo bajito, esperando que el no me haya escuchado.
Al final no me han dejado llevarme mi coche y no contentos con eso me he tenido que sentar en el asiento del copiloto, maldita sea yo creo que la abuela lo ha hecho a propósito.
El viaje es un poco largo hemos tardado en llegar cuarenta y cinco minutos, creo que estamos en la capital. Y son casi las diez de la noche, siento que hoy me voy a ir a dormir tarde.
Llegamos a un restaurante lujoso, creo que es la primera vez que estoy en uno así. Escucho al señor que lleva las mesas replicar a Jorge, creo que es por mi y eso me hace sentir cada vez peor, cuando creo que no me van a permitir entrar él me pide que lo acompañe.
Me sienta cerca de una ventana y pone un biombo delante. A la abuela y a Jorge les da una mesa en otro lugar.
La abuela está muy enfadada, pero yo no quiero que se vaya, hace mucho que no está en su ambiente y menos que cena en un lugar así.
Le suplico que nos quedemos, no me importa estar aquí. Un camarero me trae una carta con el menú.
No se qué pedir además todo está en francés y por desgracia no conozco el idioma, que lastima que los platos no estén traducidos al castellano o al inglés.
Una idea loca cruza por mi mente, cojo el móvil y marco los números. Dos segundos después la abuela me responde.
--- Abuela que puedo pedir, no entiendo nada ---
--- Creo que será mejor que nos vayamos, no me gusta como te han tratado ---
--- No importa, un día seré la dueña del restaurante ya verás con que cara se quedarán estos clasistas, jajajaja ---
...
Nota: lo prometido es deuda, ya tienen sus dos capítulos. Espero los disfruten. Besitos curiositas
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Matrimonio bajo contrato ( Pausada )
RomanceGabriela está llena de deudas, unas deudas que jamás pidió, unas que les dejaron sus padres al fallecer trágicamente. Ahora está punto de ser desahuciada, sin una casa y sola en esta vida. Cuando por fin ha decidido rendirse escucha un pitido en su...