Capítulo 57

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Kham Lezanger Krlaj

Anneiméd es mi mano derecha en la verificación, elección, y registro de las manifestaciones culturales que tendrán cabida en el próximo festival. Este ámbito me corresponde, por lo que tengo total autonomía. Me reservo el derecho de admisión. Al menos aquí no permitiré actos asquerosos. Por eso me aseguro de observar con antelación cada secuencia del espectáculo con el que los representantes se presentarán llegado el día.

Observando cada una de las danzas que se ofrecen como propuesta, la tarea se me hace plácida la mayor parte del tiempo. No todos los conjuntos pertenecen a la corriente anzenhandrika pura, muchos mantienen ritmos apegados a la sequedad estandarizada como tradicional zansvrika, pero las interacciones culturales demandan intercambio y a mí me contenta que todos se encuentren satisfechos de saberse incorporados por primera vez en lo que se considera la feria más importante de nuestra sociedad. Además, esto me ha vuelto popular entre los practicantes folklóricos, les gusta como hago las cosas.

Es provisional el escenario en el que todos han hecho sus exposiciones preliminares. Conseguí autorización del Zethee para la construcción de un teatro digno, el primero en la casa del sol. De acuerdo al personal involucrado ya está listo para la inauguración durante el festival.

El último acto que evaluaré será ejecutado por seis mujeres y siete hombres. Cada uno lleva como collar el esqueleto extendido de un murciélago. Cinco de las damas tienen la cabeza cubierta con un velo negro, misma textura de la falda larga que cargan los varones. Ambos sexos visten desde el cuello hasta el ombligo con una pieza de pelaje de oso. Los doce tienen una flor púrpura atada a la pantorrilla. La fémina que luce distinto lleva un enterizo de cuero negro completamente adherido a su figura.

Cada grupo folklórico ha tenido que entregarnos a Anneiméd y a mí una breve explicación escrita sobre lo que consiste su baile. Según el que leo ahora, la coreografía que hemos de presenciar tiene un significado espiritual en el que honran a la presa por la que subsisten. Estos vampiros sacrifican a un ser humano cuya sangre comparten después de realizar el presente ritual. La mujer que viste de cuero recibe el nombre o rol de "Akarígera" durante la danza. Ella sostiene el cráneo que pertenecía a la persona a quién le dieron muerte. Dice la información que ellos resisten la sed mientras realizan el drenaje de sangre y la limpieza de huesos. La carne la sepultan. Con el líquido carmesí llenan una vasija, la tienen allí envuelta en cadenas, se comparten su custodia a medida que ya giran sobre el escenario con movimientos marcados de sus brazos y cuerpo. La akarígera posiciona la calavera en el piso mientras los demás forman un círculo en torno.

La melodía es disciplinada. Los intérpretes varían, pues cantan y tocan quiénes quedan libres de la vasija cada vez que la entregan, haciendo reverencia ante el cráneo. Siempre los varones con los instrumentos, las hembras solo con sus voces a coro en la lengua de los antiguos, reconociendo la importancia del difunto y agradeciendo el que por su sangre ellos subsisten. De manera progresiva la canción cambia, pasando poco a poco de brindar una sensación de energía dinámica a una atmósfera melancólica. Los movimientos también se van sosegando. Los doce se sientan, liberan a la vasija de las cadenas, cada uno se cruza una contra la nuca, dejando caer el largo de las argollas de hierro en su espalda.

La akarígera remueve la tapa de la vasija, ofreciendo su contenido. El primero que la recibe se acuclilla para desatar la flor púrpura, luego la deja caer metiendo el tallo en la cuenca ocular vacía, y solo entonces toma un primer trago de sangre. El resto hace lo mismo, uno por uno, antes de beber. El cráneo termina con media docena de flores en donde alguna vez tuvo ojos.

Igual que cada postulante, el grupo se retira tras una reverencia. Se les indicó previamente que recibirán invitaciones formales si sus propuestas son aceptadas.

Herencia Roja  | Libro 13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora