CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.

APITULO 9. TROFEO. BALEAL DISFRUTA DE SU PREMIO.

Si creían que mi relato terminaba ahí déjenme decir que esto apenas y estaba empezando. Y es que después de ese día, la casa y nuestra ya rota familia paso por un gran periodo de depresión. Mi padre intentó varias veces más ir por mi madre pero en cada ocasión era echado de la casa y la última vez acabo en la cárcel. No pasó nada malo pero ahora tiene en su expediente un historial criminal que le va a dificultar el conseguir un empleo en otro lado dejando como único lugar para trabajar la empresa del padre de Baleal lo que lo hizo entrar a la bebida y una depresión de la cuál hasta el día de hoy no ha salido. Baleal le mostró tanto con palabras como con acciones que el gano y no hay nada que podamos hacer contra el, pero mi padre no fue solo el único que intento detenerlo. Yo intenté, trate de pararlo pero no pude, el siempre me detuvo y me torturaba mentalmente sobre lo que le hacia mi madre. Una ocasión (2 meses después de la primera violación) me cole su casa para rescatar a mi madre.

Sabía que durante una hora en el día ni el, ni su padre ni nadie más estaban en la casa y mi madre siempre estaba en la casa, sola, cualquiera pensaría que esta siendo secuestrada pero la policía no lo ve así, y su padre, bueno, el tiene el dinero y la influencia para hacer cualquier cosa y siempre salir victorioso. Por lo que para salvar a mi madre tengo que hacerlo yo, solo yo puedo hacerlo. Me metí por las ventana que siempre estaba abierta, busque por las habitaciones a mi madre y la encontré en un cuarto del sótano. Ella solo vestía ropa interior pero era algo pequeña.

 Al verme ella se asusto mucho, se quedaba alejada de mi mientras miraba a los demás lados como si estuviera esperando algo.

—Tranquila mamá—Le digo para tranquilizarla—Estoy para salvarte, no hay nadie en la casa y podemos escapar.

—No, no puedo—Dice ella con nerviosismo.

—Tu puedes mamá, el no volverá a hacerte daño, pero nos tenemos que ir rápido—La tome de la mano y la jale para escapar, está casi desnuda pero no hay tiempo para buscarle ropa ya que Baleal esta por llegar junto a sus guardaespaldas.

Creo que podríamos escapar, que al final esto solo sería una muy mala experiencia y después, junto a la ayuda de profesionales todos volveríamos a como era antes. Pero eso no fue lo que pasó y ahora se que nunca pasará, mi madre, mi propia madre me traicionó. Ella misma fue quien me delató, me encerró en una habitación donde al parecer duerme una sirvienta pero que ahora no está, mi madre a cambiado mucho, si bien es cierto que tiene miedo ella obedece a Baleal al pie de la letra sea lo que le hace en su casa, mi madre ya no tiene la voluntad para pelear, se ha convertido en la esclava de Baleal. Cuando llegó Baleal solo me dio una palmada en la espalda y me dijo que ahora pondría guardias en la casa, determinando que ya no hay oportunidad de salvarla, mi madre es violada por un compañero de clases y nadie hace nada.

PENSAMIENTOS INTERNOS DE BALEAL.

Ya he ganado, tengo a mi hermosa milf en mi poder, la primera vez que la viole fue de lo más hermoso y glorioso que he hecho en mi vida. Cuando termine de follarla ella estaba claramente conmocionada y rota mentalmente, pero eso era natural, después se haría totalmente sumisa y me amaría por siempre. Al principio pensé en dejarla en su casa pero luego pensé que su esposo y el tonto de su hijo harían un drama y no me dejarían violarla a gusto, por lo que decidí llevármela a mi casa, adelantando mi plan. No era un problema el secuestrarla pero se que si familia no la dejaría ir tan fácil.

Al día siguiente después de haberla violado me aparecí en su puerta y usando las palabras para controlarla le ordene que me siguiera hasta mi casa.

—¿A dónde me llevas?—Pregunto ella con miedo mientras da pasos temblorosos hacia mi casa.