Nuestra unión

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(Advertencia: en este capítulo habrá contenido explícito).

POV: Jack.

-¿Me permitirías besarte?-.

Su pregunta me emocionó mucho, claro que quería besarlo.

Sonreí y asentí con la cabeza.

Inmediatamente sentí sus labios sobre los míos y comenzamos a besarnos suavemente. Rodee su cuello con mis brazos y él puso sus manos en mi espalda, acercándome a él. Fue un beso un poco más largo y pasional que en el bosque, y fue maravilloso.

Con mis manos busco el borde de su camisa y meto mis manos para sentir su hermoso cuerpo. Él me sorprende haciendo lo mismo conmigo, mientras que seguimos entrando y saliendo de nuestro beso entre supiros y callados jadeos.

Amo sentirlo.

Amo sentir sus manos en mi piel.

-Jack...- me habló un poco tímido alejándose ligeramente de mí -. Yo ...yo nunca he compartido cama con alguien y ... no...no lo sé. Es algo extraño para mí-.

-No te preocupes- le respondí, a la vez que tomaba su rostro entre mis manos-. Solamente disfrutemos de nosotros-.

Mi voz no podía considerarse seductora, pero al menos tenía voz.

Tomé su camisa y la saqué por su cuello, para después yo quitarme la mía y quedar ambos con el torso desnudo.

-QUIERO VERTE- dije con mis manos, comenzaba a sentir algo candada mi voz y quería guardarla para algo más especial.

Tom me respondió tomando de mi mano y poniéndola en su rostro. Disfruté de tocar sus bellas facciones, su cabello y sus orejas, llevé mi tacto a su cuello y lo acaricié suavemente con las yemas de mis dedos y luego con mis labios; con forme lo iba sintiendo podía notar como su piel se erizaba. Procedí a sus hombros, tomándome tiempo para percibir cada músculo y vena resaltada, hasta llegar a sus fuertes y callosas manos, su áspera piel reflejaba todo el trabajo que había realizado y la fuerza con la que podía empuñar la espada y tirar del arco. Regresé mis manos a su pecho, donde estaba su cicatriz donde dejé un fugaz beso para después continuar sintiendo sus pectorales y abdomen. Suavemente empujé lo empujé del torso para que se recostara sobre la cama.

Debía seguir mi camino hacia su cintura y más abajo de ella, pero antes debía estar seguro que Tom lo deseará tanto como yo lo hacía.

-¿Puedo seguir?-.

Aún no me acostumbro a escuchar mi voz ronca, pero cada palabra que sale de mi boca se siente como la más pura libertad.

-S...sí- me respondió muy tímido pero claramente excitado.

Rocé su abdomen para seguir hacia su cadera, donde encontré su pantalón, lo tomé de las costuras y lo jalé hacia abajo; sentí que Tom elevaba su cadera y me facilitaba quitarle su última prenda de ropa.

Sus piernas eran fuertes y largas, mucho más que su torso, sin embargo era lo que había entre ellas lo que más anhelaba conocer. Yacía entre sus dos miembros inferiores un tercero formidable, como todo lo que es Tom, grande, hermoso y atractivo. No pude resistir mi deseo, me dejé llevar por la lujuria del momento permitiéndome ver con mi manos su virilidad, ante ello todo su cuerpo me respondió con vigor. Me sentí con derecho de seguirle proporcionando placer llevando su pene a mi boca y tomando sus caderas firmemente con mis manos, todo su cuerpo me gritaba que siguiera, y así lo hice hasta que culminó dejando salir un dulce gemido junto con su leche.

Tom respiraba jadeante, y yo era feliz porque sabía que era mi culpa que estuviera así.

-Jack...- mencionó mi nombre entre un ligero gemido-..., nunca había sentido algo así.

Me tomé de la cama para quedar sentado junto a él.

-¿TE GUSTÓ?- pregunté con señas, creo que mi voz mataría el ambiente.

Sentí como se sentaba y se colocaba frente de mi, tan cerca que podía percibir su masculino aroma.

-Decir que me "gustó" sería una banalidad- puso su mano en mi rostro y dejó un suave beso en mis labios-, me hiciste sentir mi cuerpo como nunca antes lo había hecho y me llevaste a un nivel de placer que nunca imaginé posible- nuevamente plantó un beso en mis labio-. Gracias.  Quisiera hacer lo mismo por ti, pero ...yo... no sé como-.

Tom era muy tierno, siempre tan grande, protector, cuidando de mi en todo momento, y ahora se mostraba tan inocente. Adoraba verlo así.

Mi respuesta fue tomar su mano y besarla, ahora sería yo quien lo guiara, nos volvimos a recostar uno junto al otro. Llevé su mano por mi pecho y mi abdomen, y esporádicamente dejaba un beso en su rostro. De repente Tom me sorprendió tomando él la iniciativa inundando mi cuello de sus besos y caricias, mi cuerpo respondía a su tacto y me dejaba llevar por el sentir de mi cuerpo, un cuerpo que había sido sometido a los más terribles dolores ahora era víctima del más excitante placer.

Sentí como Tom tomaba de mi mano y la entrelazaba con la suya y con su otra mano comenzó a acariciar mi pene, sin ningún rastro de su anterior timidez. Bastaron unos pocos movimientos de su mano para hacerme derramar en él. Terminé feliz y extasiado, su toque fue maravilloso, suave y amoroso, por ello simplemente perfecto.

Tom se recostó de nuevo junto a mí, puse mi cabeza sobre su caliente pecho y nos fundimos en un abrazo en el que nuestros corazones latían al unísono y respirábamos como un sólo ser.

-Te amo, Jack- dijo Tom mientras me abrazaba aún con más fuerza.

Sentí mi alma caer y mi cuerpo helarse, nunca nadie había dicho amarmem

¿Como él, tan hermoso y perfecto, podría amar a alguien como yo?

-Es en serio, Jack- dijo respondiendo a mi lenguaje corporal-. Te amo, y es mejor que te lo creas, porque voy a amarte hasta que el sol deje de salir por el horizonte, hasta que el viento de, o hasta mi corazón deje de latir. Eres el motivo por el que sonrío, eres el calor durante el invierno, eres la belleza de la luna y las estrellas, eres mi luz, mi todo; por ti me enfrentaría al mismo infierno o a los mismos dioses, sólo para estar contigo. Te amo, Jack, no lo dudes ni un segundo-.

No daba crédito a lo que acababa de escuchar, era lo más hermoso que alguien me había dicho nunca. Me sentía feliz, agradecido y con el corazón conmovido ante tan preciosas palabras.

-Te amo, Tom-.

Mi voz sonó limpia y con la claridad de mis sentimientos.

-Te amo, Tom- repetí-. Nunca lo dudes tú tampoco.

Seguimos en este perfecto y profundo abrazo hasta que caímos presas del cansancio y partimos juntos al mundo de los sueños.

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¡Hola! Ahora sí, que viva el amor, jaja, espero que les haya gustado este capítulo.

No estoy acostumbrada a escribir este tipo de contenido, déjenme decirles que moría de vergüenza a cada palabra que escribía. Pero creo que el resultado fue bastante decente.

¿A ust red que les pareció? Déjenme saber en sus comentarios.

Atte: Capullo de Aleli.

Oscuridad y Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora