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Solo se escuchaban sus pequeños pasos y su armadura que sonaba con cada movimiento que realizaba en el gran castillo formidable

Pareciera que caería en cualquiera momento hacia el piso y se desmayaría por el cansancio que guardaba desde el inicio que empezó el día, pero no era el momento, debía llegar a su encuentro repentino

A pesar de su arduo trabajo que realizó en todo el dia, lo único que quería era llegar a su habitación y dormir junto a su perro Walter, pero pareciera que no iba a ser asi

La noche ya había caído hace ya un buen rato y su misión, a la igual que su llegada, concluyó hace poco. Sus compañeros habían terminado más temprano que el y estaban descansando. Escuchaba los ronquidos de cada uno de ellos que sobrepasaban las paredes como agua y lo cual lo molestaba ya que los envidiaba por el descanso que se daban mientras que el fue llamado por su comandante.

Sabía lo que había hecho estaba mal, pero ¿Cuál era la necesidad de llamarlo tan tarde? ¿Acaso no lo dejaría descansar?

Ya llevaba mucho tiempo en esta asociación, y sabía lo que le venía, suponía que su castigo no iba ser algo simple, conocía al mayor desde ya mucho tiempo como si su ciudad natal se tratase. Pero al igual que el porque le daría un castigo ahora mismo, sabiendo que tiene otros asuntos que resolver, no encargándose de que uno de sus tenientes reciba su penitencia por haber roto uno de los requisitos de las misiones, además de que ciertamente no fue su culpa

Odiaba el hecho de no poder defenderse en el momento y que toda su tropa este en su contraria, pero no había otra opcion, no se pondria a discutir en momento de guerra hacia el equipo contrario

Sentía tanto enojo y furia en el mismo, pero ya en si no pudo resolver nada, no puede enojarse con sus miembros del equipo, en algo que ya pasó, después se encargaría seriamente con ellos.

Había rondado mucho en sus pensamientos que no se dió cuenta que había llegado a la puerta, no lo pensó demasiado y solo toco hasta esperar respuesta alguna del otro lado

Del otro lado se escucho un sonido de la otra persona, que para el significó que ya puede avanzar hacia adelante. Una vez abrió la puerta se encontró al mayor sentado en su escritorio con una cara seria y sin ninguna emoción alguna, observándolo desde allí. El se limito a cerrar la puerta y permanecer callado, se paro enfrente de su escritorio y Poco después de aquello se sacó su casco y lo sostenia en sus manos hacia adelante mientras miraba hacia el piso, ya en si estaba preparado para lo que le vendría

Rich reconoció ese gesto, ya que según escucho rumores entre sus soldados o mediante leyendo libros, que en el pueblo en la que nacio Farfadox, realizar algunos movimientos con el casco, significa respeto y atención a la persona que se le hacia tal seña. Solo reconocía algunas de estas, como la que el menor estaba realizando ahora mismo

Afuera del castillo se escuchaba el sonido de los grillos, y del viento chocando hacia el vidrio de las ventanas de aquel cuarto. La resplandeciente luna, acompañadas de un manto de estrellas brillaban a traves de la ventana, que era la unica luz en esa habitación, ya que las cortinas estaban corridas para que estas puedan pasar como si nada

Rich se levanto y lo analizaba como si fuera la primera vez en que lo viera en tanto tiempo. Estaba despeinado y sucio de tanta tierra, su armadura por otro lado estaba desgastada y debía mandarla a arreglar, además que tenía sangre seca cerca de su mejilla y pudo notar que nuevas marcas surgieron en su cuerpo. Su mirada estaba vacía y el se notaba cansado de tanto trabajar como un guerrero

- Has bajado la guardia durante una batalla - Rich hablo mientras caminaba hacia el - Creo saber que conoces cada una de las reglas que repetí en tu misión antes de marchar en aquella-

SI VIS AMARI, AMA || Farfarich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora