| 30 |

271 32 2
                                    

Entonces

No podía imaginar una mejor manera de terminar nuestro primer aniversario: envueltos en una manta, afuera, escuchando las olas chocar contra la costa. Es el momento perfecto para el regalo perfecto.

—Tengo algo para ti —le digo a Hyunjin.

Él es el que usualmente me sorprende con regalos, así que el hecho de que tenga uno para él capta su atención. Me mira con anticipación y me quita la cobija, alejándome de la silla.

Corro dentro y regreso con su paquete. Está envuelto en papel de Navidad, aunque ni siquiera estamos cerca de esa fecha.

—Es todo lo que pude encontrar —le digo—. No tuve tiempo de envolverlo antes de marcharnos, así que tuve que envolverlo con lo que había en el armario.

Comienza a abrirlo, pero antes de que haya sacado todo el papel de envolver, suelto:

—Es una manta. Yo la hice.

Se ríe.

—Eres tan terrible para las sorpresas. —Separa el papel de seda y revela la manta que hice de piezas rasgadas de nuestra ropa—. Estas son... —Levanta una de sus camisas de trabajo rasgada y ríe.

A veces tenemos problemas con mantener nuestra ropa intacta cuando nos estamos desvistiendo mutuamente. Creo que he rasgado media docena de las camisas de Hyunjin, por lo menos. Hyunjin ha rasgado varias de las mías. A veces lo hago porque me encantan el drama de los botones dispersos.

No recuerdo cuando empezó, pero se ha convertido en un juego para nosotros. Un juego caro. Es por eso que decidí darle un buen uso a un poco de la ropa descartada.

—Este es el mejor regalo que nadie me ha dado jamás. —Tira la manta sobre su hombro y luego me levanta. Me lleva adentro y me acuesta en la cama. Me arranca el pantalón y se rasga la camisa para el show. Toda la escena me tiene riendo hasta que sube encima de mí y ahoga mi risa con su lengua.

Hyunjin levanta mi rodilla y empieza a empujarse dentro de mí, pero presiono contra su pecho.

—Necesitamos un condón —susurro sin aliento.

He estado con antibióticos la semana pasada por un resfriado que estaba tratando de superar, así que no he estado tomando la píldora. Hemos tenido que usar preservativos toda la semana como medida preventiva.

Hyunjin me deja y camina hacia su bolsa de lona. Agarra un condón, pero no vuelve inmediatamente a la cama. Solo lo mira fijamente. Luego lo arroja de nuevo a la bolsa.

—¿Qué estás haciendo?

Con una gran seguridad, dice:

—No quiero usar uno esta noche.

No respondo. ¿No quiere usar un condón? ¿Estoy mal interpretando esto?

Hyunjin camina de nuevo a la cama y se acomoda encima de mí otra vez.

Me besa y luego retrocede.

—Pienso en ello a veces. Acerca de ti quedando embarazado.

—¿Lo piensas? —No esperaba eso. Dudo un momento antes de decir—: Solo porque pienses en ello no significa que estés listo para eso.

—Pero lo estoy. Cuando pienso en ello, me emociono. —Se recuesta sobre su costado y me pone la mano en el estómago—. No creo que debas volver a tomar la píldora.

Aprieto el dorso de su mano, sorprendido por lo mucho que quiero besarlo, reír y llevarlo dentro de mí. Pero tan seguro como estoy de tener hijos, no quiero tomar esa decisión a menos que esté tan seguro como yo.

Just one reason | HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora