XVIII

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   Durante el desayuno, Airyn fue invitada a sentarse con las otras chicas.

— Amo el desayuno —mencionó Yukie, la mánager de Fukurōdani, cuya ración de comida en su bandeja era muy probablemente para dos personas—. Es la única comida en la que puedo comer tantos carbohidratos como quiera, sin sentirme realmente culpable.

— Aúnque eso nunca te detuvo. —bromeó Kaori, la segunda mánager de Fukurōdani, observándola comer con una sonrisa y una ceja elevada.

   Yukie tan sólo dió otro gran mordisco a su tostada con mermelada de dos sabores, aparentemente feliz por lo deliciosa que estaba.

   Luego de eso, las chicas pretendieron seguir hablando de las fortalezas de sus equipos como el día anterior. Pero, lo cierto es que tras pasar toda la noche juntas, ducharse y dormir una al lado de la otra, habían establecido más confianza entre sí. Por lo que pronto se desviaron del tema referente a los equipos y comenzaron a hablar de trivialidades. De sus clases. La preparatoria. Encuentros con amigos. Algun que otro chico digno de mencionar. Y hasta llegaron a intercambiar números telefónicos.

   Finalizado el desayuno, ninguno de los chicos perdió el tiempo y todos se dirigieron al gimnasio.

— Buenos días, mánager-san. —Airyn oyó decir a alguien junto a ella.

   Cuando se giró, supo que se trataba del capitán de su propio equipo, saludándola.

— Kurō-senpai. Buenos días —le respondió, antes de regresar su mirada a todos los chicos dentro del gimnasio, calentando ya sus músculos y vistiendo distintos colores de pecheras para representar a sus equipos—. Aun no son las 10:00 am, pero parece que todos ya quieren empezar. —le mencionó, asombrada.

— Bueno, es por eso que estamos aquí. Es entendible que todos estén emocionados por seguir jugando y aprovechar el tiempo al máximo.

— Mh. Supongo que si. Deberías unírteles tú también. —le sugirió ella.

   Kurō fue incapaz de ocultar su sorpresa al escucharla. Luego, soltó una pequeña risa de incredulidad.

— De acuerdo, mánager-san. —la llamó con cierta gracia en su tono de voz— No pensé que te tomarías el puesto tan en serio.

— Lo siento —ella rió suavemente—. No quise decirlo como si te estuviese obligando.

— Esta bien. Debo hacer lo que mánager-san diga, ¿no es así? —inquirió divertido.

— Ya basta. No quiero que te distraigas, es todo. —admitió sonrojada, sintiéndose culpable.

— ¿Por estar hablando contigo? Por supuesto que no, eso jamás pasará. —le negó, apoyando sus manos en su cadera.

— Si tú lo dices... Oh. De hecho, ¿sabes qué, senpai? Hablando con las chicas, ellas comentaron algunas de las fortalezas de cada equipo.

   Kurō abrió un poco más sus ojos y, de alguna manera, se removió en su lugar hasta conseguir una posición estable, demostrándole a la chica que la escuchaba atentamente. Pues, había notado que Airyn había cambiado completamente su conducta al hablar de éllos y se la veía ligeramente emocionada por contarle.

— Ubugawa usa algo llamado "serve-and-block". Ellas dicen que su intención es limitar el espacio de ataque del oponente y bloquearlo.... Shinzen, por el contrario, se enfoca demasiado en los ataques combinados... aunque no sé bien qué significa éso —le reconoció ella, logrando que el mayor sonriera divertido, aunque ella no lo notó, tratando de recordar lo que las chicas le habían dicho—. ¡Pero es para que sea difícil saber quién golpeara la pelota al último! Karasuno... mh bueno, Shimizu-san sólo dijo que los de último año tienen estabilidad y destreza para guiar a los demás. Y que los de primero son los que tienen más problemas para coordinar... Y Fukurōdani, ellos tienen bien integrados sus roles y sus movimientos. Asi que saben cuándo la bola irá dentro de su área de juego.

🦉 BETWEEN US 🐺 | Bokuto Kōtarō & Kurō TetsurōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora