Podía sentir el frío recorrer sus brazos y los llantos incontrolables de gente la cual probablemente conocía menos de la mitad. Le costaba asimilar todo ¿su amigo? ¿Por qué? Aun su cabeza daba vueltas.- Tomi, ¿estas bien? -
No, no lo estaba. Miró a aquella mujer la cual tenía un pañuelo bajo su ojo, evitando así que su rimel se manchara, arruinando su maquillaje.
- Si, no se preocupe. Les doy mi apoyo. Es horrible esto -
Abrazó a la mujer la cuál lloraba en sus brazos.
Pero...
¿Cómo habían llegado a tal punto? No lo tengo muy claro la verdad, solo deseaba que todo sea una cruel y horrenda pesadilla, pero no lo era, era la puta cruda realidad...