Capitulo 3

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Conducía rápidamente en el auto del agente. No quería pensar en que le había pasado aquella chica, pero aquel recuerdo de verla convulsionar me atormentaba.

Conduje hasta mi casa ya que necesitaba ropa para estar cómoda en la a casa del abuelo.

Camine despacio hasta llegar al ascensor y al estar en mi piso, me tarde en llegar por el dolor de mis pies.

Pero me llevé una gran sorpresa al ver lo desordenada que estaba mi departamento. Platos sucios, cosas tiradas, comida sobrada en la mesa.

Debo admitir que sentí algo de miedo y entonces...escuché un ruido extraño que venía desde la habitación. Mi corazón empezó a acelerarse sin control.

Debí hacerle caso al agente.

Pero igual quería saber que era ese ruido, mi curiosidad me gano así que muy despacio abrí la puerta de la habitación y...

—¡Santo cielos!

Volví a cerrar de golpe.

Pero ahora con una pequeña sonrisa en mi rostro.

—¡Dafne puedo explicarlo!—grito mi amigo desde la habitación.

Negué con la cabeza divertida y fuí directo a mi closet.

Busque mi maleta y empecé a empacar  la ropa que sería ideal para estar en casa del abuelo.

De la nada la puerta se abre.

—Daniel ya se fue—dijo mi amigo algo apenado.

Enseguida empecé a reír.

—¿Eso haces en mi ausencia?—doble una playera y la guarde.

Mi amigo se acercó con una lencería.

—Solo fue anoche, guarda esto.

Lo miré divertida.

—Si claro, ni que fuera hacer algo con alguien.

—Vamos Dafne, solo guárdala.

Voltee los ojos y la guardé.

—Así que, ¿te quedarás donde tú abuelo?

—Solo es temporal, creo.

—Pues entonces déjame ayudarte a empacar, y yo me puedo quedar aquí con Daniel.

—Daniel está despedido. No sé puede quedar aquí.

Me quedé en silencio varios segundos, al escuchar esa voz.

El agente Rowon estaba entrando a mi  closet, mejor dicho mi habitación de closet.

—¿Y tú qué haces aquí?—me escuche preguntándole.

El me sonrió de lado.

—Te dije que fueras a casa de tu abuelo.

—Te hice una pregunta, respóndeme.

—Bueno, creo que yo sobro aquí—dijo mi amigo el cual rápidamente salió.

Yo lo quedé mirando algo molesta y volviendo a empacar.

—¿Tanta ropa usas?—pregunto el agente como si fuera algo malo.

Si solo era una habitación con tres estantes, llenos de vestidos, blusas, ropa interior, pantalones y todo lo que se usa para vestir. Admito que si hay mucha, pero soy una chica que esperaba ¿Que tuviera tres vestidos y cuatro blusas?

—Toda la ropa que está aquí en algún momento se va a usar, como ahora que estoy empacando este vestido con mangas.

El solo negó con la cabeza y se acercó al área donde están los pantalones.

El tiempo es ahora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora